Saskatchewan, Canadá. – (Agencias) Mientras continua la persecución del hoy único sospechoso de la masacre de Saskatchewan, Canadá, ya que el segundo murió en condiciones muy extrañas y sin saber hasta el momento el por qué, las pequeñas comunidades indígenas lloran a sus 10 víctimas.
Conforme pasa el tiempo surgen datos de las víctimas del mortal multi apuñalamiento. Una madre, un veterano del ejército, un hombre que se le conocía no como vecino sino como “tío” y un trabajador de crisis que murió ayudando a otros en una emergencia. Pero también, como la Junta de Libertad Condicional de Canadá liberó a uno de los asesinos a pesar de su historial.
Los investigadores continúan revisando las 13 escenas del crimen, la mayoría en la reserva de la Nación Cree de James Smith y el pueblo cercano de Weldon, donde Damien y Myles Sanderson están acusados de haber llevado a cabo la masacre, en un país donde los asesinatos en masas son relativamente raros en comparación con sus vecinos del sur.
El lunes, la policía informó el hallazgo del cuerpo de Damien Sanderson, de 31 años, en un área de “abundante hierba” en la Nación Cree de James Smith, a unos 480 kilómetros al norte de la frontera entre Estados Unidos y Canadá, con heridas que no parecían autoinfligidas. Mientras, continuaba la búsqueda de su hermano Myles Sanderson, de 30 años, que se cree se encuentra herido y, la policía dijo el lunes, “tiene antecedentes penales muy extensos”.
Todo comenzó el domingo por la mañana, cuando la policía recibió una llamada sobre un apuñalamiento, luego otro y, así varias veces, sobre apuñalamientos en la Nación Cree de James Smith, una comunidad de indígenas Cree de unos 1,800 habitantes, a unos 300 kilómetros al norte de la capital provincial Regina. Los ataques dejaron 10 muertos y 18 heridos, cuatro de ellos de gravedad.
Sin embargo, la autoridad no ha dado muchos datos sobre las victimas. La comisionada asistente de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) de Saskatchewan, Rhonda Blackmore, dijo que algunos parecían haber sido atacados como objetivos, pero que otras víctimas parecían haber sido atacadas al azar. Son hombres y mujeres con una “amplia variedad de edades”. El más joven nación en 1999.
Una de las víctimas, Gloria Burns, fue identificada por sus hermanos, era consejera de adicciones en la Nación Cree de James Smith. Ella respondió a una llamada de emergencia durante los acuchillamientos y murió junto con otras víctimas. “Para que ella entrara en una situación como esta en la que [ella] estaba ayudando a la gente, aunque le costara la vida… así era ella”, dijo su hermano Darryl Burns a la agencia de noticias Canadian Broadcasting Corp.
Otra de las víctimas, fue identificada por la Asociación de Veteranos de Primeras Naciones de Saskatchewan como Earl Burns, quien sirvió al regimiento de Infantería Ligera del Ejército Canadiense de la Princesa Patricia.
Lana Head, una madre, fue identificada por su expareja Michael Brett, de acuerdo con los medios locales. “Ya extraño su voz”, escribió su amiga Melodie Whitecap en una publicación de Facebook. “Ella era un alma dulce y gentil, no lastimaría a una mosca”.
Otras de las víctimas, Wes Petterson, identificado por los habitantes de Weldon, un hombre de 77 años que siempre estaba cerca de la comunidad y era “el tipo más dulce”. Ruby Works le declaró a Global News que lo conocía desde pequeña y que ella lo veía como “un tío”. “Cuando me enteré de que mataron a mi amigo, simplemente me tiré al suelo”, dijo. “¿Por qué entrarías y matarías a una persona inocente que no hizo nada? No se merecía esto”.
Sin embargo, hasta la fecha las autoridades no habían podido descubrir el motivo de la masacre, aunque Myles Sanderson si era conocido de ellas. En mayo, después de deja de asistir con su supervisor de libertad condicional fue declarado “prófugo de la justicia”.
De acuerdo con un documento obtenido por el diario estadounidense The Washington Post, en febrero, la Junta de Libertad Condicional de Canadá reportó que Myles Sanderson tenía un historial de violencia en su juventud y continuo “sin interrupciones significativas” durante casi dos décadas. La Junta dijo que Sanderson y sus hermanos crecieron en un ambiente de abusos físicos y violencia doméstica. Desde joven comenzó a consumir drogas y alcohol.
La Junta escribió en el documento parte del interrogatorio a Sanderson: “Usted… dijo que su uso regular de cocaína, marihuana y alcohol fuerte lo haría ‘perder la cabeza’ y que puede enojarse fácilmente cuando está borracho, pero es una persona diferente cuando está sobrio”.
Además, informa su origen indígena y enumeran varios factores que pudieron haberlo involucrado en una carrera delincuencial, “incluidos los impactos intergeneracionales de las escuelas residenciales, la negligencia, la exposición al abuso de sustancias familiar y comunitario, sus propios problemas de abuso de sustancias, la exposición a/experimentando violencia doméstica durante su infancia, fragmentación familiar, falta de educación y pérdida de cultura/espiritualidad”.
De acuerdo con el informe, Sanderson tenía 59 condenas como adulto que incluían, asalto, asalto con un arma de fuego, asalto a un oficial de paz y robo, por las que había estado cursando una condena de 4 años y cuatro meses. Le impusieron una orden de prohibición de uso de armas de por vida. En 2017, de acuerdo con el reporte de la Junta, irrumpió en la casa de su exesposa y actuó de manera “amenazante”, asuntando a dos de sus hijos que se encontraban en sus dormitorios en el primer piso y lanzó unos ladrillos al carro y quebró una ventana de la casa.
Unos días después, amenazó de muerte a un empleado de una tienda de música de las Primeras Naciones y con incendiar la casa del padre. En 2018, apuñaló con un tenedor a dos hombres y luego golpeó a uno de ellos hasta dejarlo inconsciente. Ese año, también golpeó y pateó la cara de un oficial cuando se resistía que lo subieran a una patrulla.
Sanderson fue puesto en libertad legal, un mandato que permite a los reo que han cumplido dos tercios de sus condenas y no han recibido el beneficio de una libertad condicional completa, en agosto de 2021, de acuerdo con The Washington Post. Una evaluación de riesgo encontró que tenía un rango de riesgo medio a alto de reincidir.
La junta dijo que parecía haber mantenido la sobriedad durante su liberación, había obtenido un trabajo y una casa para su familia, participaba en ceremonias culturales y “parecía haber progresado mucho en la reintegración”.
