Kabul, Afganistán. – (Agencias) En las últimas dos décadas de guerra en Afganistán, los talibanes no habían logrado lo que han logrado en estos últimos tres días, hacerse con el control de cinco capitales provinciales.
Tres de ellas, incluida la gran ciudad de Kunduz, cayeron en sus manos este mismo domingo, un día aciago para las fuerzas de seguridad afganas incapaces de detener el rodillo compresor talibán.
Los insurgentes también se han hecho con Sar-e-Pol y Taloqan, que suman a otras dos capitales provinciales que ya controlaban, Sheberghan y Zaranj.
El portavoz del Ministerio del Interior afgano, Mirwais Stannikzai, ha salido a la palestra para decir que las fuerzas de seguridad, respaldadas por la aviación, han lanzado «una operación de limpieza» en la ciudad de Kunduz, que incluiría el despliegue de fuerzas especiales.
Por el momento, sobre el terreno, cunde el caos. Los talibanes hostigan grandes núcleos urbanos, mientras a población se desplaza huyendo de los combates.
Los talibanes gobernaron Afganistán entre 1996 y 2001, imponiendo su versión ultra radical de la ley islámica, antes de ser expulsados por una fuerza internacional de ocupación dirigida por Estados Unidos.
Su expansión se ha acelerado con el inicio de la retirada definitiva de las tropas internacionales a principios de mayo.
