También provee a la CFE mina de Obayos

La Prensa

Nuevamente la organización Familia Pasta de Conchos y el Centro PRODH, hacen pública la denuncia de las condiciones precarias, peligrosas, inseguras y sobre todo carentes de garantías con las que diariamente miles de mineros en la carbonífera trabajan, arriesgando su vida para poder llevar alimentos a su mesa.

A través de un comunicado de prensa, la organización que preside Cristina Auerbach, destaca el hecho de que a menos de 24 horas de que se recuperara el cuerpo del minero Juan Carlos, fallecido en la mina “La Vieja” en Rancherías, se presentaba un grave accidente de otro trabajador, pero ahora en Obayos, en el municipio de Escobedo.

Señala que el minero Juan Muñiz Calvillo, que se lesionó al caerle una roca, “actualmente está postrado sin movimiento en piernas y brazos, y sin recibir la atención médica adecuada por el IMSS, y dada su situación, ni siquiera puede ir a recoger su incapacidad”.

A través de su comunicado de prensa, la organización Pasta de Conchos, asegura que Muñiz Calvillo, sí está registrado en el IMSS con un salario diario de 167.23 pesos desde el 1 de junio del presente año y que su patrón es la empresa CONSORCIO MINERO A.G. Y CIA S.A. DE C.V., con registro patronal A331070010.

Señala que pese al salario mínimo con el que su patrón lo tiene registrado ante el IMSS, por semana, los mineros reciben semanalmente en sobres amarrillos entre 3,100 y 4,600 pesos.

Observa que en el caso de los carboneros, “la empresa retiene el pago de las toneladas que sacan el viernes y al resto de los trabajadores, les retienen 700 pesos para obligarlos a regresar a trabajar el lunes siguiente”.

Con respecto al “complejo minero” donde hay un pozo y una cueva en el que se lesionó gravemente el trabajador, asevera que cuando se presentó el accidente, “el minero fue sacado sobre una tabla porque no hay camilla, ellos llevan su propio casco, no se controla absolutamente ningún riesgo de trabajo y por supuesto. no hay salidas de emergencia y algunas veces, trabajan con el agua a la altura de los muslos”.

Señala que pese a las precarias condiciones en las que trabajan los mineros, dicha empresa, tiene el contrato CFE-0700-ADAAN-0026-2020 por $35,373,402.00 pesos.

“En la información entregada por el Servicio Geológico Mexicano a CFE, aparece catalogada en amarillo, dado que, no tiene Manifiesto de Impacto Ambiental, y no había informado a CFE el área a explotar en el lote 219316”.

Señala que en el mismo lote minero, también opera Grupo SACU, que tiene el contrato CFE-0700-ADAAN-0042-2020, por $53,969,794.80 pesos.

“Con dos empresas, el concesionario y dueño de las empresas Luis Alfonso Rodríguez Garza, obtuvo contratos para suministrarle carbón por un total de 89,280 toneladas que significan $89,343,196.80 pesos”.

Cristina Auerbach, señala claramente que en la carta que entregó Familia Pasta de Conchos, al director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, “señalamos nuestra voluntad de reunirnos con él, porque la precariedad de los centros de trabajo que suministran carbón a CFE, “se repite a lo largo de la región dado que, se ha permitido durante décadas que, los empresarios operen sin cumplir con las leyes, incluso sin tener minas o coyoteando carbón de minas clandestinas”. Su única respuesta fue que, CFE no compra el carbón de la cueva de Micarán siniestrada hace un par de semanas”.

Para la presidenta de la agrupación, el tema no es quién debe controlar los contratos de carbón, “sino las condiciones laborales de los mineros. El único tema, es la vida y la seguridad de los mineros del carbón y la tranquilidad de sus familias” reiteró a través del comunicado.

Para evitar futuros accidentes, Familia Pasta de Conchos exige:

1. La prohibición legal y total de las llamadas “minitas de arrastre” o cuevas y pozos de carbón.  
2. El compromiso público de la CFE de no comprar carbón de este tipo de minería.
3. La revisión de todos los contratos asignados por CFE.
4. La cancelación en las concesiones mineras de todas las áreas ya explotadas.
5. La elaboración de un “Protocolo de Salvamento Minero”.

Asimismo, exige la pronta y adecuada atención médica para el trabajador Juan Muñiz Calvillo, que se llame a cuentas al empresario por no dar aviso del “accidente” a las autoridades y que por esta omisión se cancelen sus contratos en CFE.

Finalmente lamenta los accidentes mineros que se han presentado y que se pudieran haber evitado como son Pasta de Conchos (2006); El Manantial (2007); La Sabina (2007); Zeduvik  (2009); AlvaRam (2009); Ferber (2009); Lulú (2009 y 2011); Lujan (2009); Vertical 4 (2010); Boker (2010, 2013 y 2014); el Tesoro (2010); El Mupo (2011); La Misión (2011); BINSA (2011); Santa Rita (Sonora, 2012); El Progreso (2013); Lares (2013 y 2014); Mitrosa (2014); San Javier (Sonora 2015), Migaral (2016); El Gato (2016); C5 (2017); AlphaPrime (2017); Rancherías (2019) y tantos otros, como ahora de nuevo Rancherías y Obayos, se siga promoviendo y premiando el peor modelo de minería resultado de la omisión y negligencia de las autoridades.