Internacional

Tambores de guerra en la frontera Serbia-Kosovo

Ante el aumento de la tensión, la OTAN ha anunciado que está preparada para intervenir si fuera necesario

Pristina, Kosovo. – (Agencias) La tensión en los Balcanes ha subido repentinamente este domingo después de un intercambio de disparos en la frontera entre Kosovo y Serbia. No se han producido muertes ni heridos, pero se trata de los incidentes más graves de los últimos meses. El presidente de Serbia, Aleksandar Vučić, en una declaración institucional, reconoció que hay una crisis creciente entre ambos países: «No queremos la guerra, pero si esto continúa, Serbia la ganará», ha dicho.

Por su parte, en un mensaje de vídeo, el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, acusó a las autoridades serbias de ser los responsables de los incidentes en el norte del país y ha alertado que “los próximos días y semanas pueden ser complicados. No hay espacio para la tensión, no hay posibilidad de desestabilización porque se hace algo legítimo y legal. Quienes hablan de violencia, barricadas, bloqueos y desestabilización, hablan de sí mismos, no de nosotros. Una vez más, invito a los ciudadanos de Kosovo que tienen matrículas de la época de Milošević a convertirlas en matrículas legales con las siglas de nuestro país: RKS”.

Albin Kurti (i) y Aleksandar Vučić (d)

La OTAN lista a intervenir

Ante el aumento de la tensión, la OTAN ha anunciado que está preparada para intervenir si fuera necesario. La misión de la OTAN en Kosovo (KFOR), difundió ayer un comunicado en el que remarcaba que su misión se basa en el mandato de la ONU para asegurar la paz y libertad de movimientos de todos los ciudadanos de Kosovo.

La KFOR es una fuerza militar multinacional que actúa desde 1999, de acuerdo con la resolución 12/44 de la Organización de Naciones Unidas. Está integrada por unos tres mil soldados, sobre todo de países de la OTAN, pero también de Suiza, Moldavia o Armenia. La zona de los municipios serbios está normalmente patrullada por cascos azules italianos.

La tensión va creciendo

En las últimas semanas había crecido la tensión entre Serbia y Kosovo por el conflicto por las matrículas de los vehículos. El pasado septiembre, Kosovo empezó a impedir el acceso a su territorio a los vehículos con matrícula serbia, forzándoles a comprar una provisional con los símbolos kosovares, que Serbia considera ilegítimos. El gobierno kosovar lo justifica porque la policía serbia obliga a los coches kosovares que entran en Serbia a retirar las matrículas de su país.

Según ha anunciado la policía de Kossove en un comunicado , hubo ayer bloqueos de carreteras en los pasos fronterizos de Jarinje y Bernjak, y en varios puntos del norte de Mitrovica.

Un conflicto añejo

Sin embargo, los incidentes responden finalmente a la difícil situación de la minoría serbia instalada en el norte de Kosovo. La República de Kosovo está dividida en siete distritos, subdivididos a su vez en treinta comunes. De estos treinta hay tres (Leposavić, Zvečan y Zubin Potok), poblados principalmente por serbios y sobre los que el gobierno kosovés no tiene control alguno. También la ciudad de Mitrovica está dividida en dos partes, una kossovar y una serbia que hace de capital de la zona de poblamiento serbio del país.

Esta área ha expresado repetidamente desde el final de la guerra su voluntad de separarse de Kossove y formar parte de Serbia. Las fronteras internacionales entre los dos estados -que Serbia no reconoce pues considera que Kossove es una parte de Serbia- se trazaron sobre las de la provincia yugoslava de Kossove, dejando minorías a ambos lados de la frontera.