La Prensa
Los cubrebocas se han convertido en basura adicional que contaminan al medio ambiente, además de ser un foco de infección al ser desechados en las calles de la ciudad.
Conforme avanzó la pandemia del Covid-19, el uso de las mascarillas se incrementó, pero los tiran en cualquier parte sin importar el riesgo de contaminación que provocan.
Algunos cubrebocas tardan más de 400 años en desintegrarse y cada uno de ellos tiene un peso aproximado de 30 a 150 gramos, dependiendo el modelo y las capas que incluya.
Por ello hacen faltan campañas de concientización para desechar este objeto que se ha convertido en una necesidad de uso diario.
Por su parte, el Director de Ecología, Gerardo Flores, reconoció que a este tema no se le ha dado la importancia que debería, sin embargo, es de suma urgencia actuar al respecto ya que efectivamente es común verlo en la calle.
Señaló el funcionario que, para frenar esta falta, se analizará con el departamento de Servicios Primarios qué se puede hacer para evitar que siga en aumento esta contaminación, así mismo hizo el exhorto a las monclovenses para evitar tirar en la calle estas mascarillas.
