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Transforma CSS del IMSS Coahuila vida de abuelita de 87 años

*Reveló que hace ocho años encontró en las clases de manualidades un motivo para seguir adelante.

Llegó con las “alas rotas” al Centro de Seguridad Social del Instituto Mexicano del Seguro Social en Monclova, con depresión, sin ganas de vivir y triste, actualmente y a ocho años de su ingreso como socio-alumna: es María Ana Ballesteros, de 87 años de edad, una mujer alegre, con vigor, valiente y empoderada.

“Mariquita”, como le llaman de cariño sus compañeras de la clase de manualidades, es hoy el “alma” de un grupo de aproximadamente 20 amas de casa que acuden al curso de manualidades.

Una mañana fresca de verano del 2015, la alumna más longeva del CSS arribó decidida a olvidarse de sus penas y a sanar sus heridas, hoy es una mujer renovada y optimista.

“Ni yo sabía que tenía habilidad para esto, pero me encanta, cuando haces las cosas con amor y con empeño, las cosas te salen mejor. Aquí me di cuenta que soy muy útil e importante para otras personas”, expuso María.

Mientras colocaba piedras coloridas en un alhajero que estaba decorando, reveló que llegó a la clase al ser derivada de la Unidad de Medicina Familiar 9 de Frontera, a donde acudía regularmente porque padecía depresión.

María Ana, hoy viuda, recuerda que sus años de matrimonio, aunque no fueron los mejores, le dejaron ocho hijos a quienes ama, procura y desea que les vaya bien en todo lo que emprendan.

Expuso que inicialmente, una trabajadora social le sugirió que se inscribiera en el curso de baile, pero a ella no le gustaba, por lo que decidió aprender manualidades.

“Llueva, truene o relampagueé, yo no falto nunca a mi clase. A veces en taxi o en camión, pero gracias a Dios yo siempre vengo”, sostuvo.

Reveló que además de disfrutar de las actividades que realiza en el grupo a donde acude ha hecho grandes amigas que la escuchan, ríen con ella y siempre quieren sentarse a su lado.

Por su gran sentido del humor, sus compañeras le comparten y hasta regalan piedras de canutillo, resistol, plástico o madera que Mariquita utiliza con destreza, tiene buena vista, no padece de ningún tipo de enfermedad y su edad tampoco es impedimento.

“SUELTEN EL CELULAR”

A todas aquellas mujeres que en algún momento de su vida han sufrido o están pasando por algún momento triste, las invitó a acercarse a los centros de seguridad social del IMSS, donde desarrollan las habilidades creativas y en su caso, le transformaron la vida.

“De verdad les digo, sean útiles, aprendan algo, un oficio, métanse a un curso y dejen el celular”, reiteró.