Mariupol, Ucrania. – (Agencias) Atacada por tierra, mar y aire, las tropas rusas tratan de tomar la planta de Azovstal, último foco de resistencia en la estratégica ciudad portuaria de Mariúpol, en el sureste de Ucrania. Por primera vez lanzaron un asalto con tanques e infantería. La conquista de la siderúrgica parece ser ahora el gran objetivo de Moscú.
El Ministerio de Defensa ruso ha acusado a miembros del Batallón Azov, que defienden la fábrica, de haber aprovechado el alto el fuego, decretado para evacuar a civiles, para reposicionarse y ocupar posiciones de combate.
Por su parte, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, dijo en una entrevista con la televisión estatal griega ERT: «seguimos haciendo una serie de propuestas para la evacuación de nuestra gente. Cuando Rusia no nos lo impidió, evacuamos a mucha gente de Mariúpol… Todo depende del lado ruso. Como ve, incluso la ONU está implicada y sigue siendo un proceso muy complicado. ¿Por qué? Porque no hay confianza en la Federación Rusa», declaró el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en una entrevista con la televisión estatal griega ERT.
En Kiev, familiares de combatientes del Regimiento Azov instaron a la comunidad internacional a hacer todo lo posible para sacarlos de Azovstal. Sus miembros son declarados supremacistas y neonazis que se formaron en el Euromandian, la revuelta en Kiev contra el gobierno pro-Moscú en 2014.
Macron llama a Putin
El presidente de Francia, el recién reelecto, Emmanuel Macron ha llamado por teléfono a su homologo ruso, Vladímir Putin, para instarlo a permitir que sigan las evacuaciones de la planta siderúrgica Azovsal, que, según el Elíseo, deben realizarse «en coordinación con los actores humanitarios y dejando elegir a los evacuados su destino, conforme al derecho internacional humanitario».
Vladímir Putin le dijo a Emmanuel Macron que la Unión Europea hace caso omiso a «los crímenes de guerra que cometen los militares ucranianos, a los bombardeos masivos de ciudades y pueblos del Donbás»._Y que Occidente podría ayudar a poner fin a estos crímenes «influyendo de la debida manera en las autoridades de Kiev y cesando el suministro de armamentos a Ucrania».
