Cuando tenemos una gran cena en casa y una o varias de nuestras ollas, sartenes, woks o cazos de cualquier tipo quedaron con restos de comida pegados, lo pensamos dos veces antes de darnos a la tarea del aseo.
Esponjas de metal que lastiman las manos y rallan nuestros utensilios de cocina, químicos agresivos que causan alergias e irritación en la piel y hasta cuchillos o espátulas, son algunos de los instrumentos que usamos para intentar despegar el sucio.
También ponemos a remojar durante horas y horas nuestras ollas, y muchas veces huelen mal o ni siquiera funciona y siguen los restos de comida en el fondo pegado, entonces ¿Qué hacer?
Pues resulta que la solución es un famoso truco de limpieza de la abuela, que aunque parezca un poco extraño: Sí funciona.
Se trata de utilizar a nuestra buena amiga, la aromática cebolla y obtendrás ollas y cazos limpios, como nuevos y sin un sólo rayón.
Para usarla sólo deberás verter un poco de agua en una olla y encender la llama para que hierva. A esta agua echarás algunos trozos de cebolla y sal gorda. Al cabo de unos minutos, los restos de comida se habrán despegado solos ¿No es una maravilla?
