Washington, D.C. – (Agencias) En 2016, Trump destrozó el “Muro Azul”, estados que tradicionalmente estaban con los demócratas. Estados como Pensilvania, Michigan, Illinois y otros, donde se encuentran comunidades de obreros blancos que habían sufrido el cierre de industrias.,
Estos estados, conocidos como «The Rust Belt», o «cinturón de oxido», con votantes blancos sin preparación universitaria o profesional, habían mostrado un aparente apego inquebrantable hacía Trump.
Pero ahora esto a dado un giro notable. Trump se encuentra atrás de las encuestas. Esto, producto de la caída en la preferencia de los votantes blancos de todo tipo. Una tendencia que se ha agudizado particularmente en esta región de acuerdo con Greg Sargent, columnista de The Washington Post.
Esto lo revela las nuevas encuestas del Post-ABC News, que señalan que Joe Biden encabeza en dos de los estados del “Muro Azul”. Además, en un nuevo análisis de TheUpshot del New York Times, Trump se encuentra muy por debajo de sus márgenes de 2016 en la preferencia de los votantes blancos a nivel nacional.
Biden encabeza las preferencias en Wisconsin con un 57% contra un 40% de Trump. En Michigan, Biden encabeza con el 51% frente al 44% de Trump, según las encuestas del Washington Post. La diferencia de 17 puntos parece demasiado alta, pero en promedio, Biden encabeza con 9 puntos de diferencia; y en Michigan, Biden encabeza con 8 puntos.
Al parecer las arengas de Trump no estás funcionando. Ya sea por su criticas al distanciamiento social y al Covid-19, o su incitación al conflicto social, según Sargent.
Biden está ganando en la base electoral de Trump
Biden tiene una diferencia de dos dígitos entre los blancos con educción profesional. Ha reducido profundamente también la ventaja tradicional de Trump entre los blancos sin estudios universitarios, particularmente en las mujeres.
En Wisconsin, donde la victoria de Trump en 2016 adquirió un estatus casi religioso, la caída en las preferencia del presidente esta directamente ligada a la ola de coronavirus. Biden obtienen márgenes considerablemente superiores a Trump en la confianza sobre el manejo de la pandemia de Covid-19, entre los blancos con y sin educación universitaria.
En el caso de Michigan, los votantes blancos, principalmente con estudios universitarios, pero también muchos sin estudios, culpan más a Trump que al gobernador demócrata Gretchen Whitmer, por las restricciones de salud debido a los errores del presidente.
Cuando Trump incitó a la rebelión contra las restricciones, “¡Libérate, Michigan!” publicó, algunos sugirieron que apelaba a los blancos de la clase trabajadora que ansiaban volver al trabajo. Un anhelo que la “clase de portátiles” no podían comprender. Para Sargent, esto mostró supuestamente el vínculo casi preternatural de Trump con esos votantes.
Sin embargo, ahora acusan a Trump de ser el culpable de la crisis de salud que azota la región, por su descuido pernicioso. Trump pensó que podría explotar esa crisis para profundizar su atractivo populista, a veces sugiriendo, incluso, que esa enfermedad era culpa de los demócratas.
Trump se está dando cuenta que un número grande de votantes blancos del medio oeste, piensan que los funcionarios públicos deberían actuar más agresivamente para detener una pandemia altamente contagiosa.
Tanto en Michigan como en Wisconsin, los votantes blancos, con o sin estudios universitarios, favorecen las restricciones por el coronavirus.
Para Will Wilkinson, existe una ideología genuina que subyace en el enfoque de Trump, una fe cuasi-religiosa para maximizar la actividad comercial a toda costa, aun socavando la acción colectiva en beneficio de todos. Esto simplemente no es compartido por todos.
Las apelaciones raciales de Trump están fallando.
De acuerdo con el nuevo análisis de Upshots, en un promedio de las encuestas nacionales, desde la convención del Partido Republicano, el liderazgo de Trump entre los votantes blancos ha disminuido cinco puntos.
La otra cara son los votos no blancos que está ganando Trump. Pero el liderazgo de Biden entre los votantes blancos es más para compensar eso, en parte porque abarca líneas educativas.
Según el análisis de Upshots, el liderazgo de Biden entre los blancos con educación universitaria se ha disparado hasta 21 puntos. El liderazgo de Trump, por su parte, ha caído entre los votantes blancos sin estudios universitarios ocho puntos en relación a sus márgenes de 2016.
En los “estados de batalla” del norte, estados claves en la elección, Trump a perdido significativamente el apoyo incluso de los votantes blancos de la clase trabajadora que anteriormente votaron por él.
Así como Trump esperaba reunir el apoyo popular contra el distanciamiento social, también trató de recuperar a los votantes blancos criticando las movilizaciones de verano y apoyando a la policía. Las encuestas mostraron el rechazo abrumador de los votantes blancos a la manera en que manejó las protestas despues de la muerte de George Floyd.
Biden salió favorecido incluso despues de que Trump lanzó la frase “Ley y Orden”, incluyendo en los estados donde surgieron las protestas como Wisconsin y Minnesota.
Todo indica que el racismo manifiesto de Trump y la instigación a los conflictos raciales y civiles pudiera estar impulsando una reacción en la América Blanca en cuestiones de justicia racial.
Esto plantea la posibilidad de una “Tercera Reconstrucción” en torno a estas cuestiones, alimentada por lo que Adam Serwer llamó: “una nueva mayoría antirracista”.
En unos días sabremos cuan amplios y profundos son realmente estos cambios. Si Trump pierde, habría que excavar sobre el papel que jugo la revuelta de la América Blanca.