Washington, D.C. – (Agencias)Todo apunta a una situación que todo mundo sabe grave ante la insistencia del presidente Trump de desconocer su derrota, pero nadie sabe cuánto ni cuándo.
El sábado salieron los partidarios de Trump a protestar por el fraude de las elecciones presidenciales pasadas. Los seguidores de Trump así lo creen y han jurado sacar a Biden.
Indignados por el fallo de la Corte Suprema, miles de seguidores de Trump protestaron en la capital y otras ciudades de Estados Unidos por lo que ellos sostienen, contra todas las pruebas, fue una elección robada.
Los enfrentamientos no se hicieron esperar entre los seguidores y opositores. Trump ha puesto el dedo en el gatillo.
En Olimpia, Washington, una persona fue baleada. En los videos que circularon en las redes, se puede escuchar un disparo mientras los opositores a la protesta se acercan vestidos de negro a un partidario de Trump que ondea una bandera.
Después del disparo, se observa a alguien de negro tirado y gente pidiendo ayuda, mientras el tirador, un joven, es retirado por otro que porta un arma, y huyen de la escena.
El portavoz del Departamento de Policía Estatal de Washington, Chris Loftis, dijo que una personas se encontraba detenida con relación al disparo. Sin embargo, los detalles no estaban muy claros, incluyendo la condición de la víctima.
Los tribunales federales y locales han desechado una a una las demandas de los Trump y sus aliados, para echar abajo el triunfo de Biden. Pero la negativa de la Corte Suprema el viernes fue la gran decepción para los seguidores de Trump.
Las banderas se agitaron en el Freedom Plaza en Washington. Los manifestantes, incluidos los “Proud Boys”, grupo de supremacistas blancos de extrema derecha, gritaban “¡Cuatro años más! ¡Cuatro años más!” y prometieron no reconocer a Joe Biden como presidente.
Para Stephany Lalich, de 55 años, que viajó para unirse a la protesta desde Baltimore, dijo que las maquinas de votación se habían alterado, cosa que se ha demostrado es falsa, para producir el fraude generalizado.
Acusaba a los jueces de no haberse puesto del lado de Trump porque no quieren asumir su responsabilidad. «No quieren lidiar con esto», dijo Lalich. «Va a tener que ser a fuerza, usando la Ley de Insurrección y sacando a los militares».
Michael T. Flynn, exasesor de Trump y a quien indulto en noviembre, dijo a los seguidores del presidente que no se “desmoronen” por el ´´ultimo revés de la Corte. Asegurándoles que toda vía hay manera de defenderse.
«Decidimos la elección», dijo entre aplausos. «Estamos librando una batalla en todo Estados Unidos”.
Mientras se desarrollaba la manifestación, Trump sobrevoló en el Marine One en su camino al partido de futbol entre la Marina y el Ejército en West Point. Lo que enloqueció a sus seguidores.
En la Casa de Gobierno de Georgia, los manifestantes usaron megáfonos para denunciar el fraude en el conteo de las boletas en el estado.
Chris Hill, el líder de un grupo de extrema derecha llamado “Georgia III%”, quien reunió a los manifestantes frente a la Casa de Gobierno, reconoció, a diferencia de muchos de los presentes, que Trump había perdido.
Pero dijo que la Suprema Corte los había puerto “nariz con nariz”. «En este punto, esto ha terminado», dijo, y agregó que estaba enfocado en las dos elecciones de segunda vuelta en Georgia, cuyos resultados determinarán qué partido controla el Senado de los Estados Unidos.
Kim Carter, quien dijo que Dios le había dicho que condujera al mitin de Atlanta desde Jacksonville, Florida, dijo que estaba segura de que Trump sería reelegido.
Le preguntó a un miembro del grupo de Hill si podría enviar algunos miembros armados a Florida para protegerla a ella y a sus vecinos de los activistas Antifa después de que, dijo con toda seguridad, las elecciones sean finalmente anuladas.
«Cuatro años más, porque Dios es el que tiene el control de esto», dijo la Sra. Carter.
A lo largo del país se sucedieron mítines pro-Trump en número variado de asistentes. En St. Paul, Minnesota, un grupo de aproximadamente 100 personas, se reunieron para apoyar a Trump y para exigir al gobernador demócrata que levante las restricciones por el coronavirus en el estado.
En el Fuerte Español, Alabama, un suburbio de Mobile, otro grupo de manifestantes se reunieron para apoyar a Trump, arengados por el orador al grito de “¡Queremos ser parte de “Stop the Steal!”. “Es por eso por lo que estamos aquí”, según las imágenes que recogió la televisora WKRG-TV.
En Olympia, los partidarios de Trump y opositores chocaron cerca del Capitolio del Estado el sábado por la tarde. Algunos se enfrentaron a puñetazos, mientras otros lanzaban botellas y objetos de todo índole hasta que se produjo el disparo.
Ambos grupos se dispersaron entrada la noche. La policía acordono el campus que rodea el Capitolio, mientras investigaban lo sucedido.
Varios vehículos dañados, incluyendo uno que tenia una manta de Trump, permanecieron el en estacionamiento, junto a piedras y vidrios rotos.
En Washington D.C. se enfrentaron grupos antagónicos, donde se pudo observar en los videos a personas con la vestimenta de Proud Boys, golpeando y pateando a opositores a Trump que llevaban cascos. La policía tuvo que intervenir rociando gas lacrimógeno para separar a los supremacistas.
En otro video, se veía a manifestantes anti-policía enfrentándose con los agentes antimotines. La Policía arrestó al menos a seis de los manifestantes durante los choques, dijo un portavoz del Departamento de Policía Metropolitana.
En la mañana, los seguidores de Trump parecían felices a pesar del revés en la Corte Suprema y el poco tiempo que queda para el 20 de enero, el Día de Inauguración del nuevo gobierno de Biden.
“¡Podría también Trump!”, entonaron el estribillo modificado de la canción de Van Halen “Jump”. Vendieron camisetas con todo tipo de frases de Trump alusivas a las falsas afirmaciones de fraude electoral.
Todos, algunos mas vehemente que otros, aseguraban que Trump tendrá un segundo mandato a pesar de las elecciones.
Luther Anderson, de 30 años, dijo que había votado por el expresidente Barack Obama y por Trump, pero no podía imaginar a Biden como presidente.
Trump liberó a muchos afroamericanos con la revisión de la justicia penal, señalo Anderson, y agregó, mientras que Biden contribuyó al proyecto de la ley criminal de 1994 que alargó las penas carcelarias de muchas personas, unas inclusive siguen presas.
«Los medios de comunicación están tratando de convertirlo en un buen tipo y luego convertir a Trump en el villano», dijo Anderson, que vive en Washington. «Es como los medios de comunicación, están tratando de lavar el cerebro».
