Washington, D.C. – (Agencias) Estalla el escandalo del “Sputnikgate”. De acuerdo con The Washington Post, escondida entre las 72 hojas del Informe del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos, se encontró una delicada confesión: Trump presionó a Brasil para que no adquiriera vacunas rusas.
Al principio, llamó poco la atención el informe cuando fue publicado en enero. Pero eso cambió a partir del pasado lunes.
La cuenta oficial de la vacuna Sputnik V publicó el pasado lunes un tuit con la captura de la pantalla con la afirmación pasada por alto y una crítica a Estados Unidos por bloquear la posibilidad de detener la pandemia.
«Creemos que los países deben trabajar juntos para salvar vidas», se lee en el tuit. «Los esfuerzos para socavar las vacunas no son éticos y están costando vidas».
Y en este caso más. Brasil ocupa el deshonroso segundo lugar en el mundo en número total de fallecimientos por el coronavirus. Más aún, ha tenido enorme dificultad para conseguir vacunas.
Pero el agregado de Departamento de Salud y Servicios Humanos ejercía presión al presidente ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, para rechazar la oferta de los rusos el años pasado, de acuerdo con el Informe.
El informe contiene una carpeta con el título: “Combatir las influencias malignas en América”. De acuerdo con HHS, países como Rusia “están trabajando para aumentar su influencia en la Región en detrimento de la seguridad de Estados Unidos”.
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La Oficina de Asuntos Globales, como en tiempos de la “Guerra Fría”, se coordinó con otras agencias estadounidenses para presionar a los países de la región a rechazar ayuda de países considerados “estados mal intencionados”.
Como era de esperarse, la embajada de Estados Unidos en Brasil emitió un comunicado donde expresa que “sus diplomáticos nunca han desalentado a Brasil de aceptar vacunas contra el Covid-19 que han sido autorizadas por sus respectivos organismos reguladores”.
Para The Washington Post, esto no significa nada, ya que hasta la fecha los organismos reguladores brasileños no han aprobado la vacuna Sputnik V.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil informó a través de un comunicado, que “la Embajada de Brasil en Washington no ha recibido alguna sugerencia o acción de las autoridades o empresas estadounidenses sobre la posible compra de la vacuna rusa contra el Covid-19”.
Y apelando a los principios de soberanía de los países, explicaba que las negociaciones sobre las compras de vacunas «se han guiado por principios como el sentido de urgencia y la elección soberana de los proveedores».
De acuerdo con la agencia Reuters, el portavoz del Kremlin declinó hacer alguna declaración sobre el Informe, pero, dijo que la vacuna Sputnik V nunca tuvo oportunidad de éxito de manera justa porque se ha presionado a muchos países para no comprarla.
Dimitri Peskov, el portavoz del Kremlin, dijo que “en muchos países la escala de esa presión no tiene precedente”.
La vacuna Sputnik V generó escepticismo más allá de lo político, debido a que la vacuna se liberó antes de someterse al escrutinio de la comunidad científica de los países occidentales.
Pero a pesar de esa falta temprana de datos sobre su eficacia y seguridad, ha sido probada en más de una docena de países.
Un estudio reciente publicado en la prestigiosa revista científica The Lancet, encontró que la vacuna Sputnik V es tan efectiva como la de Pfizer-BioNtech y Moderna.
Y, de acuerdo con el Washington Post, con los países ricos acaparando las vacunas, un número creciente de países se han acercado al Kremlin, dándole un nuevo impulso a la vacuna Sputnik V.
La semana pasada, el gobierno brasileño informó que había llegado a un acuerdo para adquirir 10 millones de dosis de Sputnik V.
El anuncio del gobierno federal llegó un día después de que los gobernadores estatales habían firmado un acuerdo con Rusia para adquirir cuatro veces más de dosis de Sputnik V.
