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Un escritor no es buen profesor

Antonio Machado no era ningún amante del colegio. Debido a su precaria situación económica y sus desplazamientos continuos por toda España, no fue bachiller hasta que cumplió los veinticinco años. En 1907 aprueba las oposiciones a una cátedra de francés y se traslada a Soria a impartir clases. Sin embargo, se contaba de él que permanecía siempre en otro mundo, no le prestaba atención a las clases y aprobaba a todo el mundo. Después, los fines de semana se marchaba en tren a Madrid a escribir obras de teatro con su hermano. Esta tarea le apasionaba tanto que a veces, los domingos mandaba un telegrama a la escuela poniendo:

«Imposible llegar: PERDIDO TREN, HOY Y MAÑANA».