CulturaLado B

Un fragmento de Ventanas Cervantinas

La patria era injusta con sus soldados y los dos amigos no ambicionaban condecoraciones. Anhelaban un mundo sin injusticias y en su sable había dignidad. Cervantes era un conocedor de las historias bíblicas y encontraba afinidad en ellas.  Decía que la justicia era una de las mayores virtudes que los humanos debieran practicar. Poseían un cerebro enciclopédico y un corazón de oro. Con franqueza pronunciaban aquel refrán “cada oveja con su pareja”. Los padres debieran otorgar libertad a las hijas para elegir a sus parejas. El amor debiera de ser justo y puro.