NacionalOpinión

Un informe de lo mismo: El 80% de AMLO

México, fue testigo de un gran ‘spot’, quise decir; de un Cuarto Informe de Gobierno, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador, omitió la verdadera importancia de dirigir un país como el nuestro.

Su dominio notorio, son las obras sociales, el perseguir la adoración del pueblo y nombrarlo cuantas veces le sea posible en sus discursos. Pero, la realidad es otra.

López Obrador, nos entregó un informe de Gobierno con cifras y porcentajes que ya venía manejando en las últimas conferencias mañaneras. Ósea, nomas fue un repechaje de las cosas que anteriormente ya había dicho.

Proyectos que no están del todo terminados y que en sí, los spot hubiesen tenido más impacto que el mismo informe, que por cierto, llegó con un retraso de hora y media al Congreso.

Lo de López ya sabemos que es hablar de becas, infraestructuras y las obras públicas o austeridad. Lo que no es lo suyo, son las soluciones, ni el encarar las imágenes con las que el país está siendo retratado ante el mundo.

Abarcamos mucho y acumulamos muertos

Busque usted en Google las guerras actuales que se viven en el mundo y una de ellas viene marcada como «La Guerra en México», por ser el sexenio con más muertes e imparables hechos violentos en diversos estados manchados con sangre por parte del narco.

Tenemos un presidente con los brazos cruzados, con unos brazos que no se extienden a la verdadera transformación como lo anuncia el lema de su partido.

El tema de la violencia, sabemos que es una lucha incansable, pero que se debe combatir al menos. Los datos del presidente, señalan que esto es algo que se tiene bajo control, que nada pasa mientras siga siendo un tema muerto en la boca del mismo presidente de México.

La caída del Metro, el asesinato de los sacerdotes jesuitas, el tema de desaparición de personas, los feminicidios, los asesinatos a periodistas, los múltiples atentados en diferentes estados de la república mexicana, la tragedia de los mineros atrapados en Coahuila y la activación de una crisis ante una inflación generalizada que padece al país, son temas que no se comunican, ni se roza en la entrega de este Cuarto Informe, eso sin mencionar lo que sucede en el exterior.

En fin, tampoco es que le haya tocado el mejor momento para ser presidente. La pandemia y la Guerra de Rusia – Ucrania no han sido temas fáciles de sobrellevar, aún así, maneja con optimismo los datos.

Aún así, a sus cuatro años de gobierno, llegó con una aprobación del 54% y con un 43% de los mexicanos quienes desaprueban su ‘sana’ labor.

Recordemos la frase en una de sus mañaneras durante su primer año de Gobierno: “Lo que queremos es gente honesta”.

Del intercambio de funcionarios que han pasado por esta administración, no hemos visto caras nuevas ni honestos por ningún lado. Al contrario, las instituciones que requerirían ‘buenos líderes’, están siendo ocupados por personajes a los que les debe algún encarguito desde su campaña.

SEP: SOS

Un movimiento que tendrá consecuencias, es en la Secretaría de Educación Pública (SEP). Pues ésta depende de un amplio liderazgo y tenacidad para resolver problemáticas en el tema educativo, como lo es, el sesgo con el advenimiento de la pandemia.

Este puesto lo encabezará Leticia Ramírez, una maestra de aula del ’84, que no tiene ninguna experiencia en el campo político.

… Quizá a la SEP le hubiera venido bien que le hubiese dado una sección en la mañanera, más no una secretaría.

Lo que es muy cierto es que, la SEP sustituyó los planes formativos aumentando programas que carecen de una estrategia de aprendizaje.

Sin un contenido específico que permita una recuperación en los aprendizajes perdidos durante la pandemia y sin establecer un plan concreto para atender los problemas socioemocionales de cada alumno frente a un regreso a clases.

Sabemos que es imposible «limpiar» a México de las marcas que han dejado tras de sí, sexenios pasados. Lo que es importante recalcar es que, los objetivos que se tienen no han dado margen a enfrentar o discutir las cosas que en éste mismo sexenio se deben tomar en cuenta.

A un 80% del sexenio de López Obrador, ya no le es posible prometer más. De aquí en adelante lo único que se espera es que termine sus proyecciones y siga contemplando desde ‘las mañaneras’ a un pueblo que esperó fervientemente un cambio.

«A este santo ya le perdimos la fé«.