Asunción, Paraguay. – (Agencias) Un violento motín tuvo lugar la última hora del martes en la cárcel de Tacumbú, la mayor prisión de Paraguay, dejando un saldo de siete muertos y numerosos destrozos, mientras varios custodios permanecieron retenidos.
Todo comenzó cuando los custodios llevaban a cabo el traslado de un preso, lo que ocasionó la protesta de los reclusos que retuvieron a 18 guardias y prendieron fuego al centro penitenciario.
«Nadie nos tocó ni nos hizo nada», decía a través de la verja a la prensa uno de los guardias, Miguel Barrios. «Sólo nos metieron en una habitación y nos dieron agua. Todos estamos bien, los demás compañeros están bien y pedimos una solución rápida. Por favor ministra, si nos está viendo, queremos una solución».
Después de varias horas de negociación con Cecilia Pérez, ministra de justicia, los amotinados accedieron a liberar a los guardias, ninguno de los cuales presentaron heridas.
Si bien en un principio se pensó que eran seis los presos fallecidos, el ministerio de Justicia de Paraguay informaba este miércoles de la muerte de un séptimo recluso.
Todos ellos fueron víctimas de los enfrentamientos entre los diversos clanes del enorme centro donde permanecen encarcelados 3,000 reclusos.
Y es que en esta prisión la destaca presencia de presos de alto riesgo, muchos de ellos pertenecientes a bandas criminales como los grupos brasileños Primer Comando Capital (PCC) y el Comando Vermelho.
