Opinión

Un presidente con amor al prójimo

Cuentan las viejas escrituras, que un hombre llegó para pedir armonía y amor entre los pueblos y sus incompetentes gobernantes.

Un hombre cuyas palabras es capaz de pronunciar entre abucheos y malas caras.
Un hombre cuyo mensaje significativo es; “abrazos, no balazos”.

Su nombre, Andrés Manuel López Obrador, el presidente que se atrevió a pedir respeto para el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien no fue tan bien recibido (como es costumbre).

López Obrador se presentó este fin de semana con un traje color café en Temacapulín para reunirse con los pobladores y escuchar la respuesta final en torno a la construcción de la presa El Zapotillo.

Entre el discurso de “les traigo paz y amor”, López Obrador se comprometió con los habitantes de los pueblos Temacapulín, Acasico y Palmarejo a que ya no serían zonas inundadas por las operaciones de la presa. 

Prometió, que se destinarán recursos para realizar la construcción de un canal o túnel para mayor seguridad de dichos pueblos.

Sin embargo, los pobladores no están tan contentos con el gobierno del ‘indomable’, Enrique Alfaro, por lo que a todo pulmón le gritaban:

“Fuera, fuera Alfaro”.

Enfadado, se puso el collar de flores de Cempasúchil, abucheado, se quitó el collar de modo grosero y los abucheos fueron cada vez más persistentes.

El gobernador, no tuvo más remedio que salir del lugar, entre los múltiples gritos y las pancartas. Pero ni tan lejos que caminó el ‘indignado’, el presi «de la paz», lo regresó al pódium, pidiendo respeto para el invitado incómodo.

“Lo que quiero pedirles de manera especial es que tengamos mucho respeto como lo merece el gobernador de Jalisco”.
Porque ustedes son gente de buen corazón, ustedes son gente buena, nada de odios, nosotros tenemos que querernos mucho.

… ¿Saben cuál es el principio fundamental de la política, de la buena política? El amor al prójimo».

“Amor con amor se paga, por lo que todos tenemos que unirnos.

Tenemos que reconciliarnos, poner por delante el interés del pueblo, el interés de la nación, muchas gracias, amigas y amigos».

¡Ay, mi presi se tomó un té de tila en su tradicional almuerzo con foto pa’l Face’, porque andaba relajadito, relajadito, dando amor al prójimo!

Si nomás nos falta que abra el mar y camine sobre el agua mi presi…