Los Ángeles, California. – (Agencias) Jonatan Cvetko, condujo hasta una estación de bomberos al sur de Los Ángeles y recibió la vacuna contra el Covid-19.
Sin embargo, Jonatan no es un anciano que corre un alto riesgo de contagio, tampoco trabaja en un hospital atendiendo día y noche a pacientes en estado crítico con respiradores, de acuerdo con The L.A. Times.
Cvetko tiene una tienda de productos de marihuana, sin embargo, a partir de la semana pasada eso hace que Cvetko sea elegible para recibir la vacuna, por delante de los maestros y policías del condado de Los Ángeles.
De acuerdo con The LA Times, existe una razón y Jerred Kiloh, presidente de United Cannabis Business Association (UCBA) con sede en Los Ángeles, y propietario del dispensario Higher Path en Sherman Oaks, la expone:
«La marihuana es medicina, por lo que los trabajadores de la cannabis son trabajadores de la salud».
«Después de 26 años de llamarla marihuana medicinal, ¿cómo pueden ahora privar de derechos a los que hemos llamado médicos y luego decirnos que no somos trabajadores de la salud o que no estamos proporcionando medicinas a la gente?», dijo, mientras alza la voz con indignación.
«Es un poco ingenuo poner una etiqueta en algo y luego quitarla cuando sea conveniente para el gobierno».
California se respaldó en este caso. Principalmente el gobernador Gavin Newsom, dado que fue el mayor promotor de la legalización de la marihuana para adultos con la Proposición 64, recibiendo un fuerte apoyo de la industria para lograr el cargo.
Kiloh, aprovechó las decisiones del pasado para presionar al gobierno del estado argumentando que la industria, fuertemente gravada y supervisada, merecía la ayuda de un gobierno que la ha dado por asentada.
La petición de él, y la de una coalición de negocios de marihuana por separado, fue que se incluyera en la próxima Fase 1B, Nivel 1 de vacunación a toda la industria, desde trabajadores minoristas hasta productores y transportistas.
En este grupo se incluye a trabajadores de la alimentación y la agricultura, las fuerzas del orden y los maestros, entre otros trabajadores esenciales.
Cvetko, quien también es director ejecutivo de UCBA, escribió a Newsom en enero: “En caso de que los brotes del virus obliguen al cierre de nuestros negocios, entonces los californianos sólo tendrán la opción de obtener su medicamento del mercado ilícito masivo y no regulado».
El Departamento de Salud Pública decidió que los trabajadores de tiendas minoristas de marihuana sean tratados como trabajador de la salud al ser incluidos en la Fase 1A, que se está desarrollando.
Para el resto de la industria, como se decía, se incluirán en la Fase 1B Nivel1.
Sin embargo, el Departamento de Salud Pública del estado ha recibido fuertes críticas por incluir a los trabajadores de la marihuana como trabajadores de salud.
En el caso del condado de San Diego, decidieron incluir a los trabajadores de la marihuana después de los policías, maestros y aquellos con problemas de salud subyacentes.
El supervisor Jim Desmond, del condado de San Diego, publicó en su cuenta de Twitter alegrándose por el cambió de política.
“¡Sentido común! El Condado de San Diego ha cambiado de rumbo y ha puesto la elegibilidad para la vacuna de la industria del cannabis detrás de las fuerzas del orden, los bomberos, los maestros y aquellos con problemas de salud subyacentes”.
Las directrices estatales también estipulan que solo las personas que venden cannabis en dispensarios médicos pueden ser tratadas como trabajadores de la salud priorizados.
Sin embargo, esto será más difícil de lo que se cree. La mayoría de las 1,200 tiendas de cannabis de California tiene licencia para vencer a clientes con recetas médicas, o sin ella, lo que significa que la mayoría de las tiendas son también dispensarios médicos,
Además, es poco probable que el personal de los sitios de vacunación pueda discernir rápidamente si alguien trabaja en una tienda que no es dispensario médico.
Para Kiloh, eso no importa porque todo la marihuana es medicina de todos modos, una afirmación de la que muchos en la industria se hacen eco, incluyendo Paul Hanson, que administra la tienda Hollywood High Grade.
Tanto Kiloh como Hanson también describen a sus empleados no sólo como trabajadores de la salud, sino como trabajadores de la salud de «primera línea» que están arriesgando valientemente sus vidas cada día para servir a los «pacientes» y, por lo tanto, merecen ser vacunados.
«¿Alguna vez has ido a un dispensario? Muchos de ellos no están bien ventilados. Hay mucha gente que entra ahí, a pesar de que mantenemos nuestra capacidad al mínimo», dijo Hanson sobre el edificio verde y blanco donde vende cannabis en Santa Monica Boulevard.
«La gente viene aquí que está enferma. Además de eso, es un negocio solo en efectivo». Todo esto es sin duda cierto, y los trabajadores del cannabis se enfrentan a un riesgo genuino.
