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Vasconcelos, “Caballero del Alfabeto” 3

Fue un personaje que “…revoluciona la enseñanza, la cultura y el arte. […] Supo entender lo que el país necesitaba a corto y largo plazo”.[1] Le dio luz a la educación en tiempos de vetusta oscuridad. Los años le dieron la madurez ansiada de sus pensamientos.

Pasó 25 años en el destierro, la mayor parte en Estados Unidos de América, comiendo Hot-Dogs, y argumentaba:

“la buena cocina es cara, y nunca he sido rico”. De ideas ecuménicas, “…Nos enseña a pronunciarnos, sin temor a la equivocación, a favor o en contra de los hechos y las personas con toda la boca y en voz alta”.[2]

La plenitud fue esencial en su estridente pensamiento, vivió: vicios, vigías, altas y bajas, lascivia, amargura, sexo y miseria. “…Cada instante contiene un universo”.

Su ideología fue universal, detestaba la anacoreta apatía, reprochaba y criticaba a los políticos, pero sugería no ignoráramos la política, porque estaríamos perdidos.

Fue un hombre de cultura nacional, de espíritu luminoso y pulcro, imparcial y consciente de su tiempo, su voz sigue teniendo eco, se necesitan más Vasconcelos que sientan el amor por la educación.

Alejandro Gómez, participante en la lucha de 1929, en el funeral de Vasconcelos manifiesto:

“Vasconcelos decía que México era un país odioso al que había que amar sobre todas las cosas. Odioso porque su política tenía tantos vicios, y por tantas cosas que él, con su lucidez de juicio, veía equivocadas”.

Vasconcelos nos enseñó a vivir los días en intensidad y pasión. Al reflexionar la vida y obra de tan emocionante persona, florecen las dudas en este presente, donde la filosofía de vida parece olvidada y aburrida, donde los maestros son desprestigiados, donde la ignorancia combate al intelecto.

Ante ello surgen las preguntas: ¿Qué sociedad estamos heredando a nuestros hijos?, ¿dónde están los Vasconcelos de hoy?


[1] Carballo, Emmanuel. (1994). Protagonistas de la literatura mexicana. Editorial Porrúa. Cuarta edición. p.p. 31, México, D.F.

[2] Carballo, Emmanuel. (1994). Protagonistas de la literatura mexicana. Editorial Porrúa. Cuarta edición. p.p. 16 México, D.F