El pasado fin de semana una publicación en Facebook llamó la atención, porque podía verse a un hombre que, bajo la lluvia, vendía burritos en la fila de autos que llevaba a los saltillenses a buscar la vacuna COVID-19.
Y eso dio la idea de que hace falta comida y líquidos para hacer más amena la espera.
Y como lo dicen los comerciantes de gorditas, aguas frescas y frutas: «Aún estamos en tiempos difíciles económicamente hablando, por eso hay que aprovechar para ofrecer nuestros productos».
Quizá al salir de recibir la dosis, o mientras se hace fila, lo que importa es no andar sin alimentos en el cuerpo, ya que después de vacunarse muchos regresan a sus actividades, aunque es al día siguiente cuando manifiestan efectos secundarios.
Esta es una manera de ganarse unos pesos para ayudar a la economía que ser vio afectada durante la pandemia, señala una comerciante.
De momento nadie ha pretendido cobrarles una cuota por ganarse unos pesos, dijo.