Oza-Cesuras, Galicia. – (Agencias) La tesis del asesinato por venganza en Oza-Cesuras, en Galicia, cobra más fuerza. De acuerdo con las declaración del marido de la victima y la esposa del supuesto asesino hace suponer a los investigadores del caso que Alberto S. P., un transportista de 51 años, asesinó a la víctima por venganza.
Alberto pudo desplazarse la tarde del pasado viernes a la casa de la víctima, llevando un arma y material inmovilizador, para vengarse, pero no de la victima sino del marido de esta porque, como informó el diario La Opinión, había mantenido relaciones con la pareja del sospechoso.
Según se ha podido saber por fuentes policiales al diario, la mujer del sospechoso declaró que ella trabajaba en la misma empresa de reparto que el marido de la víctima y que ambos mantuvieron una estrecha “amistad” en el pasado a espaldas de su marido, aunque negó haber tenido una ventura.
Relató que la relación se enfrió porque la víctima, Cristina N. T., llegó a llamar al sospechoso para preguntarle si estaba al tanto de la situación.
A partir de ahí, la relación se enfrió, hubo una serie de desencuentros, al grado tal que después ella denunció a la empresa “ciertos acosos” del esposo de la victima que ocupaba un puesto superior. Ese supuesto acoso laboral, estuvo a punto de pedir una baja temporal por ansiedad.
Por su parte, el marido de la víctima declaró que efectivamente tañían una buena amistad pero que “solo de amistad”.
De acuerdo con las sospechas del Instituto Armado, el vinculo entre el viudo y la mujer y las posteriores desavenencias podría ser el origen del asesinato por venganza.
Todas las partes coinciden en un punto, en sospechar que el objetivo de la ira del sospechoso no era Cristina, una joven de 33 años, cuidadora de adultos mayores dependientes y madre de un niño de dos años, que fue asesinada de un tiro en la nuca, sino su esposo, que en ese momento se encontraba en su trabajo.
Quedan aún muchos cabos sueltos. Se espera que la declaración del sospechoso aclare las dudas. Hasta ahora, Alberto ha declarado que se encontraba drogado cuando manejó a la casa de la victima en la pequeña aldea de Vilar de Costoya.
Nada dijo sobre el por qué llevaba grilletes y una cadena de acero, meterse a la vivienda y matar de un disparo a Cristina que se encontraba sola.
La joven fue hallada muerta alrededor de las 7 p.m. a unos metros del garaje. Los vecinos no oyeron el disparo, pero si los gritos de la joven pidiendo ayuda, según el diario La Opinión.
Los encargados de la investigación sospechan que el supuesto asesino pudo acudir a la casa de la víctima con otra intención, quizá secuestrarla, de ahí el equipo que llevaba.
Alberto no cuenta con antecedentes, salvo una condena por robo hace 18 años por la que cumplió unos meses en prisión preventiva que finalmente fue suspendida.
La juez comenzará a llamar a declarar a los testigos en los próximos días. El sospechoso continúa en el hospital en espera de una intervención por una herida que se hizo en la ingle al saltar el portón de la casa de la víctima. Fuentes del entorno no descartan que solicite declarar en los próximos días.