Teherán, Irán. – (Agencias) Las protestas no han cesado en todo Irán después de cuatro días tras la muerte de Mahsa Amini, una mujer kurda de 22 años, mientras se encontraba en custodia de la policía religiosa en Teherán. Los funcionarios del gobierno iraní han alegado que los manifestantes han sido victimas de una conspiración de sus enemigos y que todo es un complot contra el gobierno.
Amini murió el pasado viernes mientras se encontraba bajo custodia de la policía de la moral, que la había arrestado por no llevar bien el hiyab y los pantalones. Este fatal episodio ha desatado la ira en las calles contra la inexplicable muerte y el brutal trato que le dan a la mujeres esta rama de la policía. Tras la violenta represión de las fuerzas del orden que lanzó el gobierno han muerto al menos cuatro personas.
Según los medios oficiales, Amini fue detenida cuando salía de una estación del metro y sufrió un infarto y entró en coma mientras estaba bajo custodia. Sin embargo, su familia insistió en que no tenía problemas de salud previos. Los activistas afirmaron que la policía pudo haberla golpeado. Las autoridades publicaron imágenes de CCTV editadas de Amini en la comisaría, pero su familia exigió la publicación de imágenes inalteradas.
Dos personas murieron cuando las fuerzas de seguridad dispararon contra los manifestantes en la ciudad kurda de Saqez, la ciudad natal de Amini, mientras que otras dos murieron en la ciudad de Divandarreh y una quinta en Dehgolan, según Hengaw , un organismo de control de derechos con sede en Noruega. The Washington Post no pudo verificar de inmediato las afirmaciones de forma independiente.
La escala de la violencia y el número de arrestos el lunes por la noche son difíciles de evaluar de forma independiente. Sin embargo, se publicaron videos de golpizas y protestas en las redes sociales, incluidas imágenes con el sonido de disparos. Hengaw agregó que 221 personas resultaron heridas y otras 250 arrestadas en la región de Kurdistán, donde también hubo una huelga general el lunes.
Una niña de 10 años, cuyas imágenes salpicadas de sangre se han vuelto virales en las redes sociales, resultó herida en la ciudad de Bukan pero estaba viva, agregó. El martes, el gobernador de la región iraní del Kurdistán, Ismail Zarei Koosha, confirmó que tres personas habían muerto, pero atribuyó las muertes a “un complot del enemigo”, según la agencia estatal de noticias Fars. “Uno de los ciudadanos de la ciudad de Divandarreh fue asesinado con un tipo de arma militar que ninguno de los rangos de las fuerzas armadas usa”, dijo.
Por su parte, el gobernador de la capital Teherán, Mohsen Mansouri, publico un tuit diciendo que “Los elementos principales del núcleo inicial de las reuniones en Teherán esta noche estaban completamente organizados, entrenados y planificados para crear disturbios en Teherán”. “Quemar la bandera, verter diésel en las carreteras, tirar piedras, atacar a la policía, prender fuego a la locomotora y a los botes de basura, destruir bienes públicos, etc… no son labor de la gente común”, dijo.
Muchas protestas fueron pacíficas, incluida la colocación de una pancarta con la imagen de Amini en un puente que cruza una de las principales carreteras de Teherán.
En una señal de que a las autoridades les preocupaba que la ira pudiera salirse de su control, un asistente del líder supremo del país, el ayatolá Ali Khamenei, realizó una visita de dos horas a la casa de la familia de Amini el lunes. La agencia de noticias semioficial Tasnim dijo que Abdolreza Pourzahabi, el asistente del ayatolá le dijo a la familia de Amini que “todas las instituciones tomarán medidas para defender los derechos que fueron violados” y que estaba seguro de que Khamenei estaba “también afectado y dolido” por su muerte.
Nada Al-Nashif, alta comisionada interina de la ONU para los derechos humanos dijo: “La trágica muerte de Mahsa Amini y las denuncias de tortura y malos tratos deben ser investigadas de manera rápida, imparcial y efectiva por una autoridad competente independiente”.
