Gracias a la reactivación económica, la Presa de La Boca, la cual se ubica en el municipio de Santiago, Nuevo León, ha recobrado su lugar como el espacio turístico obligado para paseantes del estado, así como de las ciudades cercanas.
A diferencia de hace algunas semanas, el embalse como también su malecón lucen una imagen muy distinta. No solamente las lluvias han aumentado su capacidad de almacenamiento, afectado por una ruda sequía, sino que regresaron al atractivo a la zona y se han salvado los negocios tras una intensa decaída de agua.
Sin embargo los dueños de los restaurantes no fueron los únicos afectados, también sucedió con la gente que ofrece sus paseos en las embarcaciones, en caballos y ponis.
La Presa Rodrigo Gómez, mejor conocida como La Presa de La Boca fue construida a inicios de la década de los 60’s para brindar abasto de agua a Monterrey y su zona metropolitana y desde que se ha edificado nunca había estado en su mínimo histórico.
Fue tanto lo que se vació que salieron a relucir objetos y construcciones, entre las aguas como fue en el caso de una antigua alberca, la cual fue construida en los años 50 ‘s, así como también un auto BMW, el cual presuntamente fue arrastrado por el Huracán Hanna en el 2019 y desde entonces se encontraba en ese sitio.
Familias enteras regresaron para disfrutar de los servicios y de sus atractivos con los que cuenta el estado de Nuevo León.