Houston, Texas. – (Agencias) James Webb, el más grande telescopio de la NASA jamás desplegado en el espacio, encendió sus propulsores durante cinco minutos para terminar de ubicarse en su lugar, en una órbita especial alrededor del sol, para el resto de su existencia y desde donde comenzará a escrudiñar el origen del Universo y la posibilidad de vida más allá de nuestro sistema solar.
Desde su lanzamiento navideño en la Guayana francesa, el telescopio ha estado viajando en el espacio durante un mes. La corrección de rumbo final, el tercer encendido del motor desde su lanzamiento, colocó a Webb en el segundo punto de Lagrange, una órbita estacional estable conocida como L2, a 1.6 millones de kilómetros de la Tierra, en el lado opuesto a la tierra desde el Sol.
De acuerdo con un funcionario de la NASA, el encendido fue a las 2:05 p.m. y funcionó exitosamente según lo planeado. La misión de alto riesgo y durante mucho tiempo retrasada, llevando ambiciosos objetivos astronómicos y un valor de 10,000 millones de dólares, ha ido espectacularmente bien, según The Washington Post, superando una lista de posibles obstáculos que habían perseguido los sueños de los ingenieros durante años. Hay más desafíos por delante, pero por el momento los científicos y los ingenieros respiran más tranquilos.
“Todo salió según el guión”, dijo John Durning, subdirector de proyectos de la NASA para el telescopio Webb, en una entrevista el lunes por la mañana. “Fue impactante. Esperábamos desafíos, como toda misión. ¿Qué podría salir mal? Nada salió mal”.
El telescopio, plegado para su lanzamiento, durante su viaje fue desplegando los paneles solares, un protector solar de varias capas de expansión y un conjunto de 18 espejos hexagonales chapados en oro que, en conjunto, están diseñados para para funcionar como un cubo de luz con un diámetro de más de 6 metros.
Además de haber seguido los comandos de los controles al pie de la letra, el lanzamiento en si y dos encendidos posteriores del motor fueron tan eficientes que Webb no gastó el combustible estimado para llegar a su ubicación. El combustible adicional servirá para ampliar la vida del telescopio mucho mas allá de su objetivo oficial de 10 años.
“Duplicamos la vida de la misión. El presupuesto era para 10 años. Con esta nueva estimación, tenemos unos 20 años o más”, dijo Durning. El telescopio Webb estudiara el Universo en la porción infrarroja del espectro, una región fuera del alcance del telescopio espacial Hubble.
La ubicación a más de 1.6 millones de kilómetros del resplandor de la Tierra ayudará a mantener los espejos extraordinariamente fríos, siempre a la sombra de una sombrilla del tamaño de una cancha de tenis. Al observar a niveles tan fríos, el telescopio puede captar la luz emitida solo un par de cientos de millones de años después del Big Bang, estimado en unos 13,800 millones de años. Debería poder ver las primeras galaxias y estudiar la evolución del universo. Y observará objetos más cercanos a casa, incluso en nuestro propio sistema solar.
El cosmólogo Michael Turner, del Instituto Kavli de Física Cosmológica de la Universidad de Chicago, dijo que la comunidad astronómica esta entusiasmada por los éxitos de Webb y sus promesas científicas. “Ha convertido a científicos hastiados en niños pequeños”.
Este ha sido un momento de ansiedad para todos los involucrados en la misión. Concebido en 1980, el telescopio ha estado en desarrollo desde mediados de la década de 1990. Estuvo crónicamente por arriba del presupuesto y sobrevivió a un esfuerzo del Congreso de desaparecerlo.
El objetivo científico original era ver las longitudes de la onda de luz desplazadas hacía la porción infrarroja del espectro por la expansión del espacio, lo que impulsó el diseño único, incluido el protector solar en forma de sobrilla.
“Los simuladores del protector solar desplegándose y los espejos desplegándose fueron tan aterradoras, que yo y muchos otros astrónomos tuvimos que girar la cabeza como lo haces cuando ves una película explosiva de misterio”, escribió Turner en un correo electrónico.
El trabajo de la NASA apenas a empezado. Ahora viene el siguiente objetivo: enfocarlo. Cualquier imagen que se obtuviera en este momento del telescopio estaría desenfocada. Cada espejo tiene siete dispositivos que ajustan la posición del espejo, un nanómetro a la vez. Se espera que tome tres meses alinear correctamente todos los espejos para crear una imagen clara.
