Opinión

Zapalinamé, nostalgia y añoranzas

Tuve la fortuna de crecer en un barrio bravo, llegué a la colonia Zapaliname’ a los 8 años de edad, donde viví por décadas.
Un día había pleito y al otro día también, era eso, un barrio bravo, de gente humilde que luchaba por salir adelante y que soñaba con un futuro mejor, con un mundo más Justo.

Los niños admirábamos a Pelé, M, Kempes, C. Reinoso, E.Borja, M. Marín. La calle y dos piedras en cada extremo eran el estadio más maravilloso del mundo, como el estadio azteca.

Soñabas despierto que eras uno de esos jugadores que cité anteriormente, el balón , muchas veces roto, era nuestro universo, todo giraba en torno a él, solo había  alegría y felicidad. Te olvidabas que no traías un peso en la bolsa. Esa magia del fútbol alejó a muchos de malos pasos, empujándolos a estudiar alguna profesión, indudablemente con sacrificio de sus padres , a otros, a trabajar desde muy jóvenes para apoyar a sus familias. Otros, buscaron abrirse paso en el boxeo , como J.Castro, ganándose el respeto de la gente de ese barrio bravo.

Uno en particular (Choneque), camina por la vida desde entonces, arbitrando juegos de fútbol. Muchos , insistieron en abrirse paso en la vida por medio de la violencia, algunos cayeron en adiciones, en la cárcel, en el penal, otros fallecieron prematuramente, llevándose a la tumba los sueños de justicia. Si aún muertos pudieran gritar, desde sus criptas se escucharía la petición de justicia y de igualdad de oportunidades para todos los niños , para todos los jóvenes, para todos los habitantes de cada sector del país, incluyendo desde luego y prioritariamente a esos barrios bajos donde la gente practica algún deporte, ahora, imaginando que son Messi, Ronaldo, Raúl J, Chicharito , tratando de olvidar su pobreza y aveces tratando de olvidar incluso , que ya ni a soñar se atreven.

De aquella generación que crecimos juntos y que alineamos en la infancia en nuestro primer equipo, “ Automotriz Greca”, algunos, murieron, como Manuel S. y Marcos L. Antes,  un joven que había estudiado conmigo la primaria, compañero del salón, P, había asesinado a los hermanos Lito  y Carlos , ambos  muy buenos futbolistas, buenas personas, tuve la dicha de jugar con ellos cada martes y jueves en liga del ISSSTE.

Cómo olvidar a Don Tomás, quien nos regalaba balones, o  al Borrado que nos patrocinaba uniformes e inscripciones, que además de corazón bondadoso, tenía una clase admirable para jugar la media cancha.

Destacados futbolistas, que brillaron por su calidad futbolística y humana, como Ricardo J, Facundo y su hermano Enrique L, Temo, Los hermanos Gera, Marco y Gustavo P. Wara, Cacho, Correa, Bulo, Chino, Ávalos, la Piedra, Carlos M,José Rdz, Tomy, , Arturo C, Melesio, Carlos Rdz, Yahir, Gorras, Beny, Lupe M, Teniente, David, Ramón Pérez…

Reitero que tuve la fortuna de crecer y de vivir décadas en ese barrio bravo, mi querido barrio, donde suspiro profundamente cada que paso por Corona y Urdiñola. Vivir ahí, me permitió ver cómo se luchaba para buscar triunfar y aprender de ese ejemplo, pude palpar sus sueños por la victoria y los compartí, los sigo compartiendo. Cada que la vida me lleva a algún lugar, nunca dejo de voltear a mi barrio bravo, ese es mi origen, voltear a verlo, evita que me pierda como tanta gente que avanza y nunca voltea a mirar su origen, como si la historia se pudiera borrar.

Si volviese a nacer, escogería el mismo lugar para crecer. Ahi, se comprende a la vida, se respeta a quien sabe jugar  fútbol, se le aplaude al que triunfa y se le extraña a quien muere, y , el que alcanza la victoria, tiene la obligación moral de no olvidar su origen, de apoyar a los que quieren triunfar y de recordar siempre que el fútbol te enseñó que en equipo, con humildad , con convicción y con estrategia, siempre será factible ganar.

Con añoranza, con nostalgia,  con  cariño y con respeto para ese barrio bravo, para la Colonia Zapaliname’.
Algún día dije como Director de la Normal Regional, “aquí nadie reprueba porque no tenga dinero para pagar inscripciones o uniformes”, hacerlo, hubiese sido traicionar mi historia, mi origen, mi barrio…