Washington, D.C. – (Agencias) Antes de que el presidente de Estados Unidos hablara a la nación sobre la inflación, el senador republicano por Florida, Rick Scott, pidió el martes al presidente que renuncia, alegando que está “indispuesto” y “no apto para el cargo”.
“Es simple”, dijo Scott. “Lo más efectivo que puede hacer Joe Biden para resolver la crisis de inflación que creó es renunciar. Él es el problema. Sacarlo de la oficina es una solución rápida y fácil”.
Biden ha apuntado repetidamente a Scott por una propuesta fiscal publicada en febrero que requeriría que todos los estadounidenses paguen algunos impuestos federales sobre la renta. Actualmente, aproximadamente la mitad no lo hace porque no gana lo suficiente.
“Seamos honestos aquí. Joe Biden no se encuentra bien”, dijo Scott en su comunicado. No es apto para el cargo. Es incoherente, incapacitado y confuso. No sabe dónde está la mitad del tiempo. Es incapaz de liderar y es incapaz de cumplir con sus deberes».
La inflación el principal desafío de la administración
Por otro lado, Biden dijo a la nación que abordar la inflación es el principal desafío económico de su administración, después de una nueva alza de los precios de la gasolina a pesar de los esfuerzos de la Casa Blanca por estabilizarlos.
El precio promedio de la gasolina a nivel nacional subió hasta 4.75 dólar por galón, casi 100 pesos mexicanos, el mayor precio registrado por la Asociación Americana de Automóviles (AAA) desde que iniciaron los registros en 2000. En California es 1.54 dólares más cara, según The Washington Post.
Aunque una vez ajustada con la inflación no es la más alta, el aumento se produce cuando Biden liberó un millón de barriles diarios de las Reservas Estratégicas de Petróleo desde hace poco más de un mes para detener el alza. Incluso, la decisión de la administración de permitir el ingreso de más etanol al suministro de combustible del país tampoco a brindado alivio a los consumidores.
“Sé que las familias de todo Estados Unidos están sufriendo debido a la inflación”, dijo Biden el martes en un discurso en televisado desde la Casa Blanca. “Quiero que todos los estadounidenses sepan que me estoy tomando la inflación muy en serio”.
Biden, tratando de recuperar popularidad perdida por la inflación, presentó su plan para reducir las presiones en los precios en toda la economía norteamericana. También, trató de culpar a los republicanos por los problemas económicos del país, señaló un plan presentado por el senador Scott para establecer un impuesto federal mínimo sobre la renta para todos. Aproximadamente la mitad de los estadounidenses no pagan el impuesto federal sobre la renta, porque no ganan lo suficiente.
Biden dijo: “Mi plan es reducir los costos diarios para los estadounidenses trabajadores y reducir el déficit pidiendo a las corporaciones y a los estadounidenses más ricos que no se involucren en el aumento de precios y paguen su parte justa”. Acusó al Partido Republicano de seguir una agenda que, en cambio, aumentaría los impuestos a los votantes de la clase trabajadora.
“La conclusión es esta: los estadounidenses tienen una opción en este momento entre dos caminos que reflejan dos conjuntos de valores muy diferentes”, dijo Biden. “Mi plan ataca la inflación y baja el déficit… El otro camino es el plan ultra MAGA (Make America Great Again)”.
Las palabras de Biden preceden lo que será una de las noticias más duras para su administración cuando el gobierno federal haga público a mitad de semana los datos de la inflación.
La inflación se ha disparado en los últimos 12 meses, con una subida de precios más rápido en 40 años. Millones de estadounidenses sufren el alza del costo de la gasolina, la vivienda, los alimentos y una variedad de artículos.
Los salarios también aumentaron, pero el aumento de los precisos es más rápido afectando los ingresos de miles de estadounidenses. Lo que ejerce presión en los hogares para poder absorber los nuevos costos. Las empresas están pasando los costos a los consumidores, sin embargo, los aumentos de los precisos han sido tan fuerte que muchas familias están reconsiderando sus gastos o planes de jubilación.
Pero en ninguna parte es tan evidentes el dolor de los consumidores que en las gasolineras. Aunque el martes, los preciso de la gasolina estaban por debajo de los precios de 2008, 5.36 dólares de hoy, pero el golpe para los consumidores permanece.
“Las herramientas que el gobierno federal puede usar para influir en los precios son limitadas”, dijo Devin Gladden, gerente de asuntos federales de AAA . “Ya están usando casi toda la caja de herramientas”.
