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Candidatos que alegaron fraude en 2020 ganan primarias

Washington, D.C. – (Agencias) Seguidores del expresidente Donald Trump, republicanos conservadores que negaron el triunfo de Joe Biden y que pregonaron, sin pruebas, el gran fraude en las elecciones para presidente de los Estados Unidos en 2020, se encaminan a candidaturas en posiciones claves, en estados que fueron campos de batalla, para las elecciones de 2024. Lo que pone en el futuro del país una auténtica guerra civil, con resultados que sin duda afectarán la solides del sistema electoral de Estados Unidos.

De acuerdo con el diario The Washington Post, muchos del gran ejército de candidatos bajo la sombra de Trump se encaminan a triunfar en las elecciones primarias del conservador Partido Republicano, en estados que fueron campos de batalla y claves en el triunfo de Joe Biden, y donde se presentó el mayor esfuerzo de Trump con un arsenal de supuestos, mentiras y teorías conspirativas, que nunca pudo probar, para anular las elecciones.

Mitin de seguidores de Trumo contra el supuesto fraude

La primera de una larga lista es una instructora de un colegio comunitario de Detroit, Kristina Karamo, quien afirmó, sin probar, haber sido testigo del fraude como observadora electoral en 2020 por el partido. Karamo ganó en abril pasado la candidatura de los republicanos para secretaria de Estado de Michigan, el principal funcionario electoral de ese estado, después de promocionar repetidamente en su campaña su afirmación del fraude.

El siguiente fue Doug Mastriano, legislador estatal de Pensilvania que invitó a sus colegas a desconocer el triunfo de Biden en 2020. El pasado mayo, Mastriano logró la candidatura a gobernador del estado, un puesto que tiene la facultad de certificar la lista de electores presidenciales (al Colegio Electoral) del estado. Una de las estrategias que promocionó Trump, fue la sustitución de los electores de Biden por sus electores con el apoyo de los congresos donde dominaban los republicanos.

Este mes, los electores republicanos de Arizona nominaron a Kari Lake, para gobernadora, y a Mark Finchem, para secretario de estado. Ambos candidatos han negado abiertamente el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 argumentando lo mismo que sigue argumentando Trump: hubo fraude generalizado.

Nominados republicanos en los estados clave en las presidenciales de 2020.

Entre los candidatos ganadores para puestos que tienen un papel en el proceso de certificación electoral, 54 de 87 candidatos dijeron que las elecciones de 2020 fueron fraudulentas.

Según un análisis del Washington Post, los ganadores se ajustan a un patrón. En los estados que decidieron la elección presidencial de 2020 en disputa en las primarias del Partido Republicano, los negacionistas han ganado las dos terceras partes de ellas para cargos estatales y federales con facultades sobre los procesos electorales.

Si esos candidatos hubieran sido funcionarios en las elecciones de 2020, hubieran tenido la facultad electoral para hacer los que los funcionarios actuales no hicieron: anular la votación y negarle a Biden la presidencia. “Habríamos ganado”, dijo Finchem a sus seguidores en un correo electrónico. “Simple y llanamente”.

Si hubierna podido tener éxito ese es un tema de discusión de los académicos, quienes citan impugnaciones judiciales y otros medios para defender los resultados de las elecciones de 2020. Sin embargo, los expertos están de acuerdo en una cosa: en unas elecciones presidenciales reñidas que se reduzca el resultado a estados donde sus funcionarios están dispuestos a frustrar la voluntad popular podría llevar al país al caos.

Posiblemente retrasaría el resultado, socavaría la confianza en el sistema democrático y sembraría las semillas de una guerra civil en una escala aún mayor que la que vio la nación el 6 de enero de 2021, concluye The Washington Post.