Teherán, Irán. – (Agencias) Irán ejecutó a Ruhollah Zam, un periodista que tuvo que exiliarse por su trabajo en línea y que inspiró la revuelta de 2017, poco más de un año después de que la inteligencia iraní lo atrajera a Irak donde lo secuestro, reportó L.A. Times.
Zam, de 47 años, fue una más de las figuras de la oposición que la inteligencia iraní logró capturarlos con éxito en el extranjero en los últimos meses, mientras Irán se debate entre las sanciones de Trump.
La ejecución de Zam, quien vivía en París, bajo lo que Irán denominó “protección francesa”, desanimará a la oposición al régimen, de por sí ya dispersa en occidente.
Se produce en el momento en que Irán presiona a Francia y a las potencias de occidente a retomar el acuerdo nuclear que colapso en los menguantes días de la administración Trump.
La ejecución fue condenada de inmediato por occidente.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia expresó en un comunicado, de que se trata “de un acto bárbaro e inaceptable”. Condenó la ejecución la que considero un “grave golpe” a la libertad de expresión y a la libertad de los medios de comunicación en Irán.
Su contraparte alemán dijo que estaba conmocionado por las circunstancias de la condena, la que describió como un “secuestro en el extranjero”.
Diana Eltahawy, de Amnistía Internacional, dijo que la «ejecución de Zam es un golpe mortal a la libertad de expresión en Irán y muestra el alcance de las brutales tácticas de las autoridades iraníes para infundir miedo y disuadir».
Por su parte, la televisión estatal iraní se refirió a Zam como “líder de los disturbios” mientras anunciaba su ahorcamiento el sábado temprano.
Un Tribunal sentenció a muerte a Zam por “corrupción en la tierra” el pasado mes de julio. Un cargo que se le aplica a los casos de espionaje o intentos de derrocar al gobierno.
El sitio web de Zam, AmadNews, y un canal que creó en la aplicación Telegram difundió en la revuelta de 2017 información embarazosa de funcionarios que amenazó directamente a la teocracia chiíta de Irán.
La revuelta que comenzó a finales de diciembre de 2017 y contino en 2018, representó el mayor desafío al régimen de Irán desde las protestas del movimiento verde en 2009, y preparó las manifestaciones de noviembre de año pasado.
La chispa que inició las protestas de 2017 fue el aumento a los precisos de los alimentos. Muchos culparon a los opositores de línea dura del presidente Hassan Rouhani de estar detrás de las protestas iniciales en la ciudad conservadora de Mashhad.
La idea original era dirigir el repudio conta el presidente. Pero a medida que las protestas se extendían de ciudad en ciudad, las protestas se dirigieron contra la clase dominante.
Pronto los reclamos directamente contra Rouhani, incluso contra el líder religioso Ali Jamenei, se pudieron escuchar y ver en los videos en línea compartidos por Zam.
Por difundir como fabricar bombas de gasolina, Telegram cerró la cuenta tras reclamos de Teherán. El canal continuó más tarde con otro nombre. Zam negó incitar a la violencia en ese momento.
De acuerdo con los registros, las protestas de 2017 contaron con 5,000 participantes y 25 fallecieron en los enfrentamientos con las fuerzas del orden.
Zam huyó después de las protestas de 2009. Estuvo primero en Malasia y después se dirigió a París. Aunque las Guardias de la Revolución no han rebelado como lograron secuestrarlo, Amnistía Internacional declaró que había sido detenido en un viaje al vecino Irak.
Irán ha ejercido una profunda influencia en Irak después de la invasión de los Estados Unidos que derroco a Hussein, en 2003.
El padre de Zam, el clérigo reformista chiíta Mohammad Ali Zam, pareció confirmar el secuestro a través de su cuenta en Instagram.
“Hice un trato con Dios, no tengo preocupaciones, esta gente me trajo a Karbala. Pero no me permitió visitar el santuario”, escribió en el post al joven Zam. Karbala es el lugar del santuario del imam Hussein, un sitio importante de peregrinación entre los chiítas.
Agregó en el post: “No te preocupes, el imam Hussein está en el corazón de todos los visitantes, él está contigo”.
De acuerdo con el clérigo, solo se le permitió visitar a su hijo en la prisión de Evin en Teherán el viernes, con la condición de no decirle a su hijo que la ejecución llegaría pronto. Los medios iraníes no informaron nada.
Para Reporteros sin Frontera, un grupo dedicado a la defensa de la libertad de prensa, la ejecución de Zam era un “nuevo crimen de la justicia de Irán”.
Zam es una de las tres figuras de la oposición aparentemente detenidas en operaciones de inteligencia en el extranjero. A finales de julio, un miembro californiano de un grupo militante de la oposición iraní en el exilio fue secuestrado por Irán mientras se alojaba en Dubai, según dijo su familia.
También se cree que Irán se apoderó del ex jefe del Movimiento de Lucha Árabe para la Liberación de Ahwaz, un grupo separatista militante, mientras estaba en Turquía.
Irán ha acusado a Farajollah Cha’ab de estar detrás de un ataque de 2018 contra un desfile militar que mató al menos a 25 personas e hirió a 70.
