A unos días de que termine el año marcado por el Covid-19 se sigue evaluando las pérdidas que la pandemia provocó.
En la temporada navideña entran al escenario los negocios que se dedican a la elaboración y venta de piñatas que, en definitiva, señalan sus encargados, la comercialización bajó hasta un 50 por ciento.
La salvación está ente esta semana y la próxima, y familias que se juntaban hasta con 25 personas y compraban una piñata grande, ahora se dividan en reuniones diferentes y cada una compra su piñata pequeña.
El ánimo no decae, y aunque ha venido a la baja la producción, este tipo de negocios sigue empleando a los trabajadores y manteniendo las fuentes laborales, con el pensamiento de que mientras la tradición navideña continúa, ellos seguirán con la elaboración de piñatas.