Addis Abeba, Etiopia. – (Agencias) Una grave advertencia ha hecho la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), décadas de trabajo para reducir el hambre se están revirtiendo a medida que África enfrenta los efectos de los conflictos locales, el cambio climático y la recesión económica mundial.
De acuerdo con la ONU, 828 millones de personas en el mundo pasaron abre en 2021, el 10.7% de la población mundial. De esos, 278 millones de personas en África pasaron hambre en 2021, 50 millones más que en 2019. De mantenerse las tendencias actuales, para 2030 habrá unos 310 millones de personas bajo la hambruna.
“África está retrocediendo en sus esfuerzos por acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición”, dijo el lunes Abebe Haile-Gabriel, subdirector general de la FAO y su representante regional para África, en una conferencia en Addis Abeba.
Para Haile-Gabriel, el aumento se debe a “los impactos múltiples y superpuestos” y la crisis prolongada en África”, incluida la crisis climática, la persistencia del Covid, los conflictos regionales y el aumento global de los combustibles por el conflicto en Ucrania. Dijo que la mayoría de los países africanos carecen de la resiliencia y los mecanismos para hacer frente a estos impactos, desapareciendo los medios de vida de millones de personas.
“Esto no es sostenible”, dijo Haile-Gabriel. “A menos que cambiemos de rumbo y aprendamos a hacer las cosas de manera diferente y mejor, la situación no desaparecerá ni mejorará”.
Las sequías se han ensañado en el Cuerno de África después de 4 temporadas de lluvias fallidas y se pronostica que la quinta será igual. La organización internacional humanitaria Acción Contra el Hambre dijo que el deterioro de la situación ha provocado una “explosión de necesidades” en Somalia, Kenia, Etiopia, donde cerca de 36.1 millones de personas de los tres países se ven afectadas por la grave sequía, 19 millones más que los registrados el pasado julio.
«No tengo ninguna duda de que estamos viendo hambruna bajo nuestro mandato en Somalia y me temo que es la primera de más que se anunciará en el Cuerno de África», dijo Martin Griffiths, el jefe de la misión humanitaria de la ONU.
Sin embargo, los llamados de ayuda humanitaria en todo el continente no han resultado suficientes. Francesco Rocca, presidente de la Cruz Roja y la Medialuna Roja, dijo que la situación en Somalia le recordaba la grave hambruna de 2011, que mató a un cuarto de millón de personas.
Advirtió que “millones” podrían morir de hambre en el Cuerno de África y la región del Sahel si los donantes (los países ricos) no aumentan la respuesta humanitaria”, y describió la falta de respuesta rápida como “moralmente inaceptable”.
Josefa Sacko, comisionada de agricultura de la Unión Africana, dijo que África debe volverse autosuficiente en la producción de alimentos para protegerse mejor contra las crisis externas. África recibía el 44% de su trigo de Rusia y Ucrania antes de que estallara el conflicto y, para agravar la situación, se vio muy afectada por la interrupción de las cadenas de suministro globales causada por la pandemia de Covid.
“Debemos construir un sistema alimentario sostenible y resiliente que pueda resistir futuros impactos”, dijo Sacko, y agregó que el apoyo financiero a corto y mediano plazo debe orientarse hacia este objetivo.