Estocolmo, Suecia. – (Agencias) Conforme fue transcurriendo el conteo de los votos, la sorpresa se fue dando. Primero, las encuestas a pie de urna daban un triunfo al bloque del partido gobernante de la socialdemócrata con unos 3 puntos de diferencia. Sin embargo, tras el computo del 95% de las votaciones, el futuro de Suecia está al filo de la navaja.
Mientras, el país espera el recuento final de los votos, el bloque disímbolo de centro derecha y extrema derecha, encabezada por el ultraderechista Demócratas de Suecia (SD), ahora el segundo partido más grande, tiene una pequeñísima ventaja. El bloque de derecha ha obtenido el 49.7% de los votos, frente al bloque gobernante de centroizquierda encabezados por el Partido Socialdemócrata de Suecia de la primera ministra Magdalena Andersson. Solo faltan el conteo el próximo miércoles de los votos en el extranjero y los que votaron adelantado.
La votación significa una mayoría de un escaño en el parlamento para los partidos de derecha, pero en las últimas elecciones de 2018, tres escaños cambiaron de mano en el recuento final. Sin embargo, las evidencias de las elecciones pasadas no mostraron ningún cambio en la tendencia con los votos foráneos y tardíos, de acuerdo con un análisis de un investigador al diario local thelocal.se. Mientras que el diario liberal Dagens Nyheter sugirió que el bloque de derecha tenía una buena oportunidad para formar el gobierno.
La estrategia del bloque gobernante de centroizquierda de adoptar parte de las demandas sobre seguridad y migración de la derecha fracasó. Los partidos que se asociaron con la extrema derecha vieron perder sus votos. El Partido Moderado, un partido conservador que forma parte del bloque de derecha, cayó a 19.1% de los votos, los democristianos y los liberales también vieron mermar sus votos. Quien resulto con un gran crecimiento, el SD, que llegó al 20.6%, la novena elección consecutiva en el que el partido ha visto ampliar su participación en votos.
«El Partido Moderado no creía que los votantes se quedaran con el SD si los moderados se desplazaban hacia la derecha en materia de inmigración y delincuencia», dijo Mikael Gilljam, profesor de política en la Universidad de Gotemburgo. «Pero resultó que los votantes querían al verdadero en lugar de un ‘SD light'».
El líder del partido moderado, Ulf Kristersson, un posible primer ministro, pasó la tarde del lunes reuniéndose con otros líderes del partido en el bloque de derecha. Pero mantuvieron un discreto silencio ante la incertidumbre sobre el resultado final de las elecciones. El líder del SD, Jimmie Åkesson, dijo: «Almorzamos. No tengo nada más que decir».
Pero, las principales figuras del SD han insinuado un posible choque con sus socios del bloque si pretenden impulsar la propuesta del Partido Moderado de reducir los impuestos antes que la propuesta de mayores beneficios de seguridad social de los Demócratas de Suecia.
«Hemos sido increíblemente claros en que seremos la conciencia social de un gobierno burgués, contra el desempleo y las prestaciones por enfermedad como buques insignia importantes para nosotros», dijo Aron Emilsson, portavoz de política exterior del SD.
El futuro del SD como el partido más grande de derecha tiene la oportunidad de ganar concesiones, aunque los otros tres partidos del bloque de la derecha han asegurado que no permitirán que la extrema derecha tome posiciones en ministerios. El Partido Liberal sigue dividido sobre su asociación con el SD. De acuerdo con Gilljam, solo hace falta un diputado que rompa filas para que caiga el bloque de derecha.
