Berlín, Alemania. – (Agencias) Después de 16 años como canciller de Alemania, Angela Merkel ha dejado el poder. Su sucesor, el socialdemócrata Olaf Scholz, prestó juramento el miércoles alrededor de mediodía, después de que fuera electo por el Parlamento alemán.
En su juramento, el nuevo canciller alemán no hizo referencia a Dios, lo cual es opcional.
Después de un largo camino, de despedidas en casa y en el extranjero, Angela Merkl, la democristiana, llega al fin de su cuarto mandato, quedando a dos semanas del récord de la cancillería más larga.
Este récord lo tiene Helmut Kohl, su antecesor y mentor de los democristianos, que le tocó la reunificación de las dos Alemanias en 1990.
Merkel se retira sin haber perdido una elección. Es de los pocos jefes de gobierno que planeó su salida de la vida política.
El miércoles, sentada en la galería de visitantes del Bundestag, parlamento alemán, Merkel recibió una ovación de pie de todos los legisladores y otros funcionarios antes de que comenzara la votación.
Ella mantuvo un bajo perfil estos últimos días en el cargo, y estaba lista para de entregar la estafeta a Scholz en la tarde del miércoles.
Para Steffen Seibert, portavoz de Merkel desde 2010, quien también se prepara para dejar su cargo, “todo sucede como debería en una democracia: sin problemas, respetuosamente y de manera amistosa”, dijo en un comunicado videograbado.
Para Sholz, el camino ha sido complicado. Fue vicecanciller y ministro de finanzas en el último turbulento año de Merkel. Sin embargo, el Partido Socialdemócrata (SPD) logró desmarcarse de sus socio de gobierno, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), de Merkel.
Scholz enfrentó encuestas muy bajas durante la campaña, y tenía pocas probabilidades de ganar, según The Washington Post. Pero, sus contrincantes perdieron el tiempo y crecieron las perspectivas de él y su partido.
“Nos pusimos en marcha, cuando casi nadie creía en nosotros. Hoy puedo elegir a Olaf Scholz como próximo canciller. Que honor. ¡Qué momento! Qué carrera”, tuiteó el secretario general del SPD, Lars Klingbeil, antes de la votación.
El SPD trabajó duro, desde septiembre, para lograr una fuerte alianza con los Verdes y los Demócratas Libres, para construir la coalición de un gobierno de cuatro años.
De acuerdo con The Washington Post, este acuerdo significó la primera coalición tripartita en décadas a nivel federal y la primera en Alemania en tener esta formación en el gobierno.
En el espectro político, la alianza con los Verdes es de manera natural en el centroizquierda, pero el Partido Demócrata Libre (FDP) tradicionalmente ha estado con los conservadores.
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La posición del FDP en temas como la intromisión limitada del estado, los impuestos y las regulaciones reducidas, chocan con la posición histórica de sus otros socios.
«La influencia del FDP es de manera clara, especialmente en áreas clave de políticas», dijo Dietmar Bartsch, codirector del partido de izquierda socialista en el parlamento, a la emisora alemana Phoenix.
“En política fiscal, los Verdes y el SPD tenían posiciones muy diferentes antes del acuerdo. Esa es todo del FDP «.
La coalición que gobierna a Alemania, a partir de hoy, ha dicho que encontró la manera de hacer inversión en infraestructura, tecnología e iniciativas para el cambio climático, sin salirse de los límites establecidos de deuda y no eleva los impuestos.
Habrá, sin embargo, una inversión en el futuro inmediato en la lucha contra la cuarta ola del Covid-19 y las nuevas variantes y en aumentar su tasa de vacunación.
De acuerdo con The Washington Post, Alemania enfrenta varios retos en lo inmediato. Una escasez de enfermeras a mediano plazo, una población que envejece y una crisis de vivienda, que ha exacerbado al mercado y presionado a la clase media.
En cuanto al clima, los defensores ambientalistas han reconocido las medidas para cumplir con la meta de eliminar el carbón para el 2030 y casi duplicar la energía renovable. Pero, han dicho que son insuficientes para enfrentar los peores efectos del cambio climático.
Otro de los retos que enfrenta Scholz, es el gasoducto ruso Nord Stream 2. El canciller se encuentra en medio de los llamados de sus aliados occidentales para salirse del acuerdo con los rusos.
El gasoducto está terminado y solo falta algunos permisos regulatorios de Alemania para que empiece a fluir el gas ruso.
Después de 16 años de un liderazgo conservador definido por la gestión de crisis, Scholz enfrenta grandes expectativas para cumplir la promesa principal de su gobierno de «atreverse a avanzar más», escribe The Washington Post.
