Tiraspol, República Moldava Pridnestroviana. – (Agencias) Un ataque contra la región de Transnistria, una región separatista en Moldavia, donde los rusos tienen una base militar desde la guerra de 1992 que se instalaron como fuerzas de paz. De acuerdo con la policía de la región separatista, varias explosiones golpearon el edificio del Ministerio de Seguridad del Estado el lunes. Se cree que los artefactos explosivos eran granadas propulsadas por cohetes.
El ataque tuvo lugar este lunes de Pascua ortodoxa en la ciudad de Tiraspol, cuando el edificio estaba más vacío que otros días de descanso. No se reportaron heridos hasta el momento. El Ministerio de Seguridad de los separatistas informó a través de Facebook que algunas ventanas del edificio habían volado en pedazos y que se veía salir humo de la estructura.
Transnistria es un territorio autónomo, de poco más de 470,000 habitantes, conocida oficialmente como República Moldava Pridnestroviana (RMP), se encuentra entre Moldavia y Ucrania y ha estado bajo control de los separatistas prorrusos desde 1992. Rusia tiene una base militar ahí con unos 1,500 soldados, como fuerzas de paz, pero últimamente ha crecido el temor por parte de occidente que esas fuerzas sean utilizadas para invadir Ucrania desde le oeste.
Hasta el momento nadie se había atribuido el ataque. La Oficina de Política de Reintegración de Moldavia dijo que estaba «preocupada» por el incidente. “El objetivo del incidente de hoy es crear pretextos para poner a prueba la situación de seguridad en la región de Transnistria, que no está controlada por las autoridades constitucionales”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores moldavo en un comunicado.
La semana pasada, Rustam Minnekayev, un alto oficial militar ruso, dijo que el ejército de Rusia pretender tomar el control total del sur de Ucrania, diciendo que ese movimiento también abriría un corredor terrestre hacia Transnistria, la región separatista prorrusa.
Estados Unidos ha advertido previamente que las fuerzas rusas podrían lanzar operaciones de “bandera falsa”, actos provocados por ellos, para crear un pretexto para invadir el territorio de otras naciones. Los funcionarios rusos han rechazado tales cargos.
