Brasilia, Brasil. – (Agencias) Mientras las principales empresas encuestadoras dieron un triunfo holgado del expresidente y candidato del Partido del Trabajo, Luiz Inácio Lula da Silva, el resultado de la jornada electoral del domingo mostró un resultado reñido que obliga ir a la segunda vuelta después de que Lula no lograra obtener la mayoría absoluta que se necesitaba para evitarla,
Con el 98.79% de los votos contados, el veterano izquierdista había obtenido el 48.15% de los votos, insuficiente para evitar el enfrentamiento del 30 de octubre con su rival de extrema derecha Jair Bolsonaro, que superó significativamente las predicciones de los encuestadores y se verá animado por el resultado, recibió el 43.44%.
Hablando en la víspera de las elecciones, Lula dijo que tenía la esperanza de ganar en la primera vuelta, pero que redoblaría sus esfuerzos para recuperar el poder si fuera necesaria una segunda vuelta.
“Siento una gran esperanza de que esta elección se decida mañana, pero si no es así, tendremos que comportarnos como un equipo de fútbol cuando un partido vaya a la prórroga. Descansaremos 15 minutos y luego volveremos al campo a marcar los goles que no marcamos en el tiempo reglamentario”, dijo a los periodistas.
El resultado de las elecciones fue un duro golpe para los brasileños progresistas que habían estado alentando una victoria enfática sobre Bolsonaro, un excapitán del ejército que ha atacado repetidamente las instituciones democráticas del país y destrozado la reputación internacional de Brasil.
“La extrema derecha ha demostrado una gran resiliencia en las elecciones presidenciales y estatales”, dijo Carlos Melo, profesor de ciencias políticas en la Universidad Insper de São Paulo. “Es demasiado pronto para profundizar demasiado, pero esta elección muestra que la victoria de Bolsonaro en 2018 no fue un contratiempo”, agregó.
Bolsonaro tuvo un crecimiento muy grande en la región sureste de Brasil, que incluye los estados populosos de São Paulo, Río de Janeiro y Minas Gerais, según Rafael Cortez, quien supervisa el riesgo político en la consultora Tendencias Consultoria. “Las encuestas no captaron ese crecimiento”, dijo Cortez.
Con el conteo final de los votos, el resultado significa que Lula se enfrentará cara a cara con Bolsonaro en las elecciones de segunda vuelta el 30 de octubre. De ninguna manera está garantizada una victoria para Lula en esa ronda.
Para el economista político Felipe Campante, publicó en un tuit: “Para mis seguidores no brasileños: no se equivoquen al respecto, las probabilidades parecen sustancialmente más sombrías para la democracia brasileña en este momento que hace 24 horas. Bolsonaro tendrá una oportunidad real de ganar la segunda vuelta y, en ese caso, estamos en serios problemas”.
Dos grandes victorias en el Senado en el sur de Brasil para el presidente brasileño Jair Bolsonaro . En el estado de Paraná, Sergio Moro ganó las elecciones con el 33,6% de los votos y en Rio Grande do Sul, Hamilton Mourão, también triunfó con el 44.3%. Mourão derrotó al veterano PT Olivio Dutra, exgobernador de Rio Grande do Sul.
Mourão, exgeneral del ejército, fue vicepresidente de Bolsonaro, mientras que Moro fue el juez que encabezó la investigación de Lava Jato que condujo al encarcelamiento de Lula en 2017. Bolsonaro nombró a Moro como su ministro de Justicia, pero su imagen como un cruzado anticorrupción se vio dañada cuando más tribunales superiores anularon su decisión de encarcelar a Lula y liberar al expresidente.
Una investigación de The Intercept mostró que Moro se coludió con los fiscales para perjudicar la defensa de Lula. Trató de postularse para presidente, pero su campaña nunca despegó y después de conversaciones de ida y vuelta con los partidos en al menos dos estados diferentes, optó por postularse para el Senado en su estado natal.
“Creo que Bolsonaro tiene el impulso”, dijo Thomas Traumann, un observador político de Río de Janeiro, aunque creía que Lula seguía siendo el favorito. “Es una noche muy decepcionante para la izquierda”.
Bolsonaro superó los pronósticos de las encuestadoras en varios estados clave, incluidos Río de Janeiro y São Paulo. Destacados bolsonaristas fueron elegidos para el congreso de Brasil y como gobernadores estatales, incluido el exministro de salud de Bolsonaro, Eduardo Pazzuelo, quien se convirtió en congresista de Río, y su exministro de medio ambiente, Ricardo Salles.
El gobernador de Río, Cláudio Castro, que apoya a Bolsonaro, fue reelegido, mientras que una de las exministras más controvertidas de Bolsonaro, la predicadora evangélica Damares Alves, reclamó un lugar en el Senado. Tarcísio de Freitas, el candidato de Bolsonaro a la gubernatura de São Paulo, también tuvo un mejor desempeño de lo que pronosticaron las encuestas y enfrentará al aliado de Lula, Fernando Haddad, en una segunda vuelta.
