Tokio, Japón. – (Agencias) Se ha llevado a cabo los funerales de Shinzo Abe, el primer ministro de Japón con más años en el cargo, en medio de la ira pública, no solo por el costo de suntuosa ceremonia sino por las revelaciones sobre los vínculos de su partido con un grupo religioso que ha estado en medio de controversias turbulentas.
A los funerales asistieron unos 4,000 invitados, entre los que se encontraban la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y el secretario de Asuntos Exteriores británico, James Clevery, quienes guardaron silencio mientras un miembro de las Fuerzas de Autodefensa de Japón entraba en la sala de Nippon Budokan, donde sonó una salva de 19 cañonazos en honor del exprimer ministro asesinado.
Después apareció la viuda de Abe, Akie, vestida con un kimono negro, potando las cenizas de su difunto esposo, seguida por el príncipe heredero de Japón, Akishino, y tras de ellos otros miembros de la familia imperial, mientras una valla de personalidades del gobierno y otros hacían la reverencia en respeto al exprimer ministro.
El exprimer ministro Abe, fue asesinado a principios del pasado mes de julio en medio de un acto de campaña por un hombre con un arma casera que, según las autoridades le dijo a la policía que había asesinado al político conservador por su apoyo a la Iglesia de Unificación, quien se ha visto envuelta en controvertidas situaciones y acusaciones.
Mientras adentro se llevaba a cabo las exequias y miles de dolientes hacían fila para depositar flores y presentar sus condolencias, en un parque cercano al ligar muchedumbre se manifestaba en contra del exprimer ministro, a quien se le acusado de revisionista y de extrema derecha.
Después de un video que mostraba los logros de Abe, con imágenes del ministro tocando el piano, el actual primer ministro Fumio Kishida, rindió un homenaje a su amigo y predecesor. “Siento un dolor desgarrador”, dijo Kishida mientras miraba una gran fotografía de Abe situada sobre una estructura floral utilizada para exhibir sus cenizas, medallas y la bandera japonesa de Hinomaru.
A lo largo de sus casi nueve años de gobierno, Abe promovió una región indo-pacifico “libre y abierta”, y aumento los gastos militares y fortaleció las alianzas de seguridad de Japón con su principal aliado, Estados Unidos, enumeró Kishida, y agregó, que continuará el esfuerzo de Abe de resolver los secuestros de ciudadanos japoneses por Corea del Norte.
“Valor es hacer lo correcto”, dijo Kishida en inglés, antes de agregar en japonés: “Abe-san, fuiste una persona valiente. Personas de todo el mundo recordarán con cariño tu tiempo en el poder. Abe-san, primer ministro Abe… hiciste un buen trabajo. Por favor, descanse en paz”.
El asesinato del exlíder conmocionó a un país con tasa de delitos con armas baja y provocó la solidaridad y tributo de políticos de todo el mundo. Sin embargo, no estuvo lejos del escándalo aún después de muerto. Tras revelaciones de vínculos muy estrechos del Partido Liberal Democrático (LDP), el partido de Abe, con la Iglesia de Unificación, mejor conocida como “los moonies”, estalló la oposición a la decisión de Kishida de darle un funeral de estado, el segundo después de la Segunda Guerra Mundial.
Tetsuya Yamagami, el autor del ataque dijo a los investigadores que había llevado a cabo el ataque a Abe por sus vínculos con la iglesia, Aunque Abe no era miembro, mando felicitaciones a través de un video con motivos de un evento de la iglesia el otoño pasado. De acuerdo con una encuesta realizada recientemente, encontró que la mitad de los legisladores del LDP tienen conexiones con la iglesia.
Esto generó una serie de preguntas sobre cuanta influencia pudo haber tenido la iglesia sobre los legisladores y sus pasturas en temas clave como la reforma constitucional y otros, cómo los matrimonios igualitarios, los derechos de la comunidad LGBTIQ, y el aborto, entro otros. De acuerdo con los informes, Yamagami dijo que había llegado a despreciar a la iglesia debido a que su madre, miembro de la iglesia, donó una gran cantidad de dinero a la organización y dejó a su familia en la ruina financiera.
Fundada en Corea del Sur en 1954 por el autoproclamado mesías Sun Myung Moon, la iglesia se estableció en Japón con la ayuda del abuelo de Abe, el primer ministro de posguerra Nobusuke Kishi. La organización, conocida por sus bodas masivas, ha sido acusada de presionar a los creyentes para que hagan donaciones que no pueden pagar, afirmaciones que ha negado repetidamente.
El sucesor de Abe, después de su renuncia en 2020, Yoshihide Suga, dijo que sentía una mezcla de “tristeza e ira” por la muerte de Abe. “Siempre dijiste que el mañana de Japón sería mejor de lo que es hoy, y les diste esperanza a los jóvenes”.
“Fue un placer trabajar contigo … Incluso durante los momentos difíciles, siempre fuiste una presencia viva. Fuiste un verdadero líder de Japón”, agregó Suga, quien se desempeñó como portavoz principal de Abe durante mucho tiempo.
Los críticos del funeral de estado dijeron que carecía de base legal y temían que pudiera haberse dado la impresión incorrecta de que Japón estaba unido en su apoyo a las políticas de Abe. Encuestas de opinión recientes mostraron que la mayoría de la gente se opuso a la ceremonia, y muchos citaron su precio de 1,600 millones de yenes (11 millones de dólares).
