Estatal

Conociendo Haití por la 57


Por Gerardo Rico

En una situación precaria que ni los propios mexicanos y mucho menos los migrantes de tantos países conocíamos, la sociedad de México se está adaptando, los gobiernos están tratando de funcionar aún teniendo que cumplir los compromisos que se tienen con el país vecino de Estados Unidos.

LA CRISIS DE LA MIGRACIÓN.

Las últimas semanas decenas de miles de personas de diferentes nacionalidades han ingresado a México han cruzado su territorio y ahora se encuentran en la frontera con Estados Unidos y hablando específicamente de Coahuila el paso por Acuña y Piedras Negras está atiborrado de familias; extranjeras indocumentadas.

Estamos hablando de familias que han caminado día y noche por carreteras como la federal 57 que cruza el Estado de Coahuila hasta su frontera con Estados Unidos y son pequeños de tan sólo 5, 8 hasta 10 años; mujeres de 30 hasta los 50 y 60 años y hombres de todas las edades a los que se ve en el camino de este recorrido hacia el punto donde se vive la crisis humanitaria más grave de la historia de nuestro país.

LA FRONTERA CON E.U.A

Las autoridades estatales como la policía, las agencias especiales y los grupos de reacción tratan de hacer lo mejor de su parte y buscan apoyar a estas personas que antes que todos son humanos guiándolos, protegiéndolos, asesorándoles el mejor camino para llegar a su destino previniendolos del peligro, los equipan también con agua embotellada, cobijas y los siguen en su camino.

Algunas autoridades municipales han optado por detenerlos para tratar de persuadirlos a seguir adelante.

QUE PASO EN HAITÍ?

Fue precisamente en Monclova, Coahuila cuando decidí después de una charla llevar en mi propio vehículo, aún en contra de la sugerencias de la autoridad a tres migrantes haitianos jóvenes dos de ellos hombres y una mujer.

Siempre se negaron a ser fotografiados, grabados en video o entrevistados pero a cambio del aventón me platicaron todo lo que necesitaba saber para comprender que le pasó a Haití.

Brandon, el más abierto de ellos me platicó que cuando él era muy niño hubo cambios gubernamentales importantes en la administración de su país sin embargo y aunque el veía felices a sus padres con las decisiones políticas que se habían tomado popularmente en Haití poco a poco esto cambió y los medios de comunicación y las personas mayores empezaron a platicar que venían crisis fuertes posteriormente vio como su familia no tenía sustento ya que sus padres habían perdido su empleo.

Por otro lado la vida de una mujer según Lira es muy difícil y ahora viaja con su hermano Brandon y un amigo quien solamente nos pudo decir que se llamaba Sánchez.

Lira a grandes ha sufrido discriminación; violencia por género y para jóvenes como ella el único futuro es el matrimonio con algún empresario rico o huir como ella ya lo está haciendo.

Ellos tres son jóvenes haitianos cercanos a la edad de 30 años que ahora viajan sin rumbo fijo; pero con la mentalidad de llegar a cumplir el sueño americano.

Llevan al menos tres meses viajando a pie en camión en vehículos privados y todos los medios que les han sido posibles.

Cuando me ofrecí a llevarlos, cumplían ya un día a pie, iban cruzando el municipio de Monclova de la región centro del estado de Coahuila y ya habían sufrido de extorsión por parte de un grupo de policías, habían sido golpeados por unos jóvenes delincuentes casi estaban a punto de quedarse sin dinero y se encontraban muy cansados.

La pobreza en Haití, según Sánchez el único de los tres con formación académica fue provocada por malas inversiones públicas y políticas que convirtieron al país en un desorden económico al tratar de adoptar un gobierno socialista o al menos eso es lo que la historia marca y a decir de quienes están prácticamente huyendo de las carencias de Haití señala todo es culpa del gobierno.

Así continuamos nuestro recorrido por la región centro hasta llegar a la región carbonífera y fue precisamente en un área comercial antes de llegar al municipio de Sabinas conocida como el Sauz donde los jóvenes decidieron parar para poder comer y tomar agua con los escasos recursos con los que contaban no pudieron comprar grandes cantidades de víveres.

Señalan que aunque a ellos les ha ido un poco mejor que otros están asustados y temerosos y se preguntan por qué si en México la gente es buena sus autoridades no lo son, ya que han sido amenazados por parte del servicio de migración y además la policía municipal los ha maltratado, esto precisamente en Castaños, Coahuila.

Sin embargo; con lágrimas en los ojos Sánchez nos dice que está muy orgulloso de saber que hay un pueblo bueno en el mundo, el pueblo mexicano.

Posteriormente llegamos a la garita militar que se encuentra en las inmediaciones del municipio de Allende, Coahuila donde fue toda una odisea en la que sólo se puede resumir que la situación migratoria en México ha cambiado y el país amigo que se creía que somos ha desaparecido; tuvimos que influir conociendo las leyes de nuestra Constitución Mexicana para que se nos diera libre tránsito y se reconociera que cualquiera que está en el territorio de nuestro país es eximido de toda persecución política.

Así pudimos llevar a estos tres amigos, jóvenes haitianos hasta la frontera con Estados Unidos en el municipio de Piedras Negras donde desafortunadamente ya no había paso.

Ahí nos despedimos jurando que la amistad seguiría aunque es lógico que no nos volveremos a ver, sin embargo esta experiencia podrá dar a conocer que Brandon, Lira y Sánchez algún día pasaron por México buscando el sueño americano y venían desde Haití.

Seguramente ellos como miles y miles de personas estarán esperando durante semanas una resolución gubernamental por parte de Estados Unidos intentarán varias veces cruzar a pie en las partes bajas del Río Bravo o regresarán algún día por donde vinieron hasta su país o si la virtud es buena en México siempre serán bienvenidos para poder trabajar y ser parte de este país que sale adelante pese a todo.