Barcelona, Cataluña. – (Agencias) La alianza de gobierno entre los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts per-Catalunya (JxCat) ese encuentra en crisis tras el rompimiento con Pere Aragonés, el presidente de la Generalitat, tras el cese fulminante de Jordi Puigneró, de JxCat, vicepresidente de la Generalitat y hombre fuerte del ejecutivo del partido, aunque la consulta a los militantes el próximo 6 y 7 de octubre si se realizará.
Mientras tanto, el lunes le harán llegar al presidente Aragonés una propuesta de “concreciones, garantías y plazos” para hacer cumplir los tres puntos del acuerdo de gobierno que JxCat considera crucial para continuar con la sociedad independentista: la unidad estratégica de las fuerzas independentistas, la negociación de la amnistía y la autodeterminación y la coordinación de las fuerzas del Senado y el Congreso español. Después de esto, Aragonés tiene tres días para responder.
Tras una larga reunión de la comisión ejecutiva de 8 horas, y en una comparecencia ante la prensa, Laura Borrás y Jordi Turull hicieron el anuncio. Turull dijo que ambos acuerdos se habían tomado en unidad tras la intervención de todos los miembros de la ejecutiva nacional del partido, que la calificó de “larga y provechosa”. “Han intervenido de manera muy honesta, sincera y determinada, movida por lo que entienden que es mejor para el país, la gente y la independencia de Cataluña”, dijo. Y ha añadido: «Estamos ante una de las decisiones más importantes. Estamos ante una encrucijada”.
Por sum parte, Borrás dijo que el enunciado de la pregunta no se ha definido aún, dependerá de la respuesta de Aragonés a la propuesta. «La pregunta será clara, no habrá duda sobre si la respuesta es irse o no», ha dicho Turull. Desde ahora hasta el domingo por la noche, añadió, se dedicarán a trabajar en la propuesta que harán llegar a Aragonés.
Tampoco Junts nombrará a un alternativo para la vicepresidencia y la Conselleria de Políticas Digitales que ocupaba Puigneró, quien fue ovacionado en la reunión. Junts calificó el cese fulminante de Puigneró como “un error histórico” que vulnera el acuerdo de gobierno que hizo crisis con el cese. Puigneró llegó en la mañana a la sede del partido cobijado con Borrás, los consejeros políticos y miembros de peso en el ejecutivo nacional.
La crisis entre los partidos independentistas de ERC y JxCat, comenzó desde el verano pasado cuando Borrás dejo de ser diputada y, por ende, presidenta del parlamento catalán, cayó como balde de agua fría en JxCat e hizo que algunas asambleas locales solicitarán al ejecutivo nacional se convocara una consulta para definir la continuidad con el gobierno de Aragonés.
Pero antes había que presentar los resultados de la auditoría sobre el cumplimiento del pacto de gobierno, de la que han salido los tres puntos que JxCat considera esenciales y que no se cumplen: la creación de un espacio de coordinación estratégica con todos los actores del independentismo, la unidad de acción en el congreso español y el rumbo de la mesa de diálogo.
El martes, en el debate de política general, el presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, insistió a Aragonés sobre cómo prevé cumplir estos puntos y le pidió que, si no lo hacía, presentara una cuestión de confianza para constatar si todavía tiene el apoyo del parlamento para seguir siendo presidente.
Aragonés, visiblemente molesto, respondió que no tenía ninguna intención de hacerlo para no comprometer la estabilidad del gobierno. Ayer anuló la agenda oficial del día y se cerró en el Palau de la Generalitat. Tras una jornada maratoniana de reuniones, anunció la destitución de Puigneró por no haberle comunicado con antelación que JxCat le haría esta petición, lo que calificó como una deslealtad.
