Managua, Nicaragua. – (Agencias) Daniel Ortega dice que Nicaragua elige entre la paz o el terrorismo que promueve la oposición. El presidente del país ha pronunciado su inusual discurso en medio de las votaciones, después de haber acudido a las urnas junto a su mujer.
El mandatario espera ser reelegido por quinta vez después de que tres partidos opositores hayan sido eliminados, siete aspirantes a la Presidencia hayan sido encarcelados y dos candidatos permanezcan en el exilio debido a las órdenes de captura en su contra.
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, ha señalado: «Aunque se vistan como se vistan son demonios que no quieren paz, no quieren tranquilidad para nuestro país.»
La jornada electoral, ha transcurrido con calma y baja afluencia de votantes durante las primeras 7 horas, en contraste con los pronósticos del oficialista Frente Sandinista que predijo una votación masiva.
Francisco Silva, simpatizante de FSLN, ha apuntado: «Es un proceso totalmente limpio, es un proceso que como lo ha demostrado el frente sandinista de liberación nacional desde sus inicios en 1979 de que somos democráticos».
Más de 4.4 millones de nicaragüenses están convocados. Sin embargo, la oposición ha convocado a no ir a votar.
Los nicaragüenses en el exilio que participan con movilizaciones en diferentes países y la Asociación Madres de Abril, que aglutina a familiares de las víctimas del estallido social de 2018, consideran que el voto legitimaría a Ortega en el poder.
Aura Lila López, madre de Junior Gaitán ha dicho: «De aquí, mi casa, no va a votar nadie, nadie va a votar porque no estamos de acuerdo en esas votaciones, es un circo», Aura Lila es una de esas madres que perdió a su hijo hace 3 años.
Al igual que la oposición local, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea han expresado sus dudas sobre la legitimidad de estas elecciones, debido a que no han encontrado garantías de transparencia.
los opositores están utilizando las etiquetas #YoNoBotoMiVoto, #YoNoVoto o #NicaraguaNoVota, entre otros, con las que instan a los nicaragüenses a no salir de sus casas, mantener las puertas cerradas y las calles vacías, porque consideran que «no hay por quién votar» y que el proceso es una «farsa».
«Ahí está el voto, el voto no mata a nadie, el voto no causa herida alguna en ninguna persona, el voto no llama al terrorismo, a la guerra, jamás, el voto no llama a hacer tranques en la patria y que se paralice la economía, y que se destruyan las familias, el voto no llama a torturar públicamente», criticó Ortega.
En su mensaje, el presidente recordó las escenas violentas de las manifestaciones antigubernamentales de 2018 y culpó a Estados Unidos, país al que agradeció minutos después por donar vacunas contra la covid-19.
Ortega recurrió a la toma del Capitolio de Estados Unidos en enero pasado para defender el proceso electoral de Nicaragua, criticado por el encarcelamiento de siete aspirantes a la Presidencia por la oposición, la anulación de tres partidos opositores, y la derogación de la observación electoral.
El mandatario afirmó que Nicaragua está comprometida con las votaciones desde 1984, ya que desde entonces el país ha celebrado 49 procesos electorales.
Desde presidenciales, municipales y regionales, en los que se eligen presidente, vicepresidente, diputados departamentales y nacionales, así como para el Parlamento Centroamericano (Parlacen), alcaldes, vicealcaldes y concejales, además de autoridades autónomas del Caribe.