La Iglesia Católica ha emitido juicios y opiniones respecto a la violencia que se vive en México.
Ello, desde la opinión del máximo representante de la iglesia, el Papa Francisco, cuando dos jesuitas fueron asesinados por narcotraficantes, hasta la petición del Episcopado Mexicano de hacer memoriales durante el mes de julio para las víctimas del crimen organizado.
Pero la intervención de la iglesia no es propia de este año 2022.
Existe documentado la primera opinión mediante una Carta Pastoral sobre el Desarrollo e Integración del País desde 1968.
Partiendo de esa fecha, los jerarcas católicos han condenado tragedias como la guerrilla en Chiapas y el asesinato del cardenal Posadas Ocampo, ambos acontecimientos en 1998.
Mediante cartas, conferencias, comunicados y distintas formas, se han emitido posturas en contra de la violencia que viene acrecentándose conforme pasan los años en México.
Justo en 2022, durante el presente mes piden que en cada iglesia sean recordados los nombres de desaparecidos, víctimas de feminicidios o daños colaterales de la guerra contra el narcotráfico.
