Wilmington, Delaware. – (Agencias) La frágil alianza ente el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con el senador por el estado de Virginia, el demócrata Joe Manchin III, se ha roto. Los acuerdos a que hubieran llegado después de que Biden invitó a desayunar a su casa en está ciudad al senador Manchin y hacer un recorrido por ella, quedaron en el olvido.
De acuerdo con The Washington Post, citando un demócrata familiarizado con los hechos de ese día, el desayuno fue parte de una estrategia de encantamiento de Biden para tratar de ganarse finalmente al senador, quien se convirtió en el obstáculo más difícil para el paquete aprobado por los Representes, Build Back Better (Regresando a Construir Mejor), una legislación única en una generación, para reducir el cambio climático, ampliar los beneficios de la atención médica y la educación entre otras necesidades que se requieren desde hace mucho.
La estrategia del encanto se convirtió en ataque feroz el domingo, después de que Manchin declaró que “simplemente no puede” apoyarla. Horas después, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki desató un furioso ataque, de 712 palabras de acuerdo con The Post, acusándolo de hacer “un cambio repentino e inexplicable de su posición” y llamar a su declaración “un “incumplimiento de sus compromisos” con Biden y sus compañeros demócratas.
Este cambio en el discurso oficial, refleja el abrupto rompimiento entre Biden, que habían pasado el primer año de la presidencia llevando una alianza delicada pero cordial, y el senador demócrata conservador, que tiene el poder para decidir en un Senado dividido 50 y 50.
Más allá de la declaraciones de algunos funcionarios de la Casa Blanca, de que Biden seguirá trabajando con Manchin, no quedó muy claro el domingo en la noche si efectivamente se mantendrá la delicada alianza, necesaria por el papel clave que jugará en adelante Manchin.
Su papel es importante en el languideciente esfuerzo de los demócratas para aprobar la legislación que protege el derecho al voto, mientras las legislaturas locales impulsadas y controladas por los republicanos continúan su campaña por imponer nuevas restricciones.
Aprobar la legislación con mayoría simple requerirá el cambio de reglas de votación en el Senado, que exige 60 votos, y, para eso, se requiere el voto de Manchin.
«Puedo entender la frustración, pero en un Senado 50-50, necesitará su voto en muchos otros temas», dijo Howard Wolfson, asesor del ex alcalde de Nueva York Mike Bloomberg. «Es fundamental mantener la relación intacta y las líneas de comunicación abiertas».
Sin embargo, el colapso con la negativa del senador del proyecto de Biden se produce en un momento especialmente difícil para Biden. La lucha contra la pandemia, el aumento de la inflación y los problemas con las cadenas de suministro, se juntan en una vorágine para fin de año. Y, ahora, enfrenta otra lucha interna dentro de su partido.
Las fracturas internas de los demócratas que se manifestaron el domingo, socavan los esfuerzos para proyectar unidad antes de lo que muchos en el Partido creen en privado será una derrota electoral. Los demócratas liberales que esperaban hacer realidad sus objetivos políticos a largo plazo y lanzar la campaña sobre las iniciativas del gasto social, estaban furiosos.
La ira se dirigió, principalmente a Manchin. “Creo que tendrá mucho que explicar a la gente de West Virginia para decirles por qué no tiene las agallas para enfrentarse a las compañías farmacéuticas para reducir el costo de los medicamentos recetados, por qué no está preparado para expandir la atención médica domiciliaria”, dijo el senador demócrata por Vermont, Bernie Sanders en una entrevista en el programa “State of the Union” (Estado de la Unión) de CNN.
La decisión de oponerse públicamente al plan de gastos de Biden se produce después de una semana de conversaciones entre el sanador y la Casa Blanca, que incluyeron dos platicas personales por teléfono del presidente.
Psaki en su declaración del domingo dijo que Manchin “vino el martes a la Casa Blanca presentó al presidente, directamente, un esquema escrito” para un proyecto de ley, «que era del mismo tamaño y alcance que la propuesta del presidente, y cubrió muchas de las mismas prioridades. Si bien ese marco carecía de prioridades clave, pensamos que podría conducir a un compromiso aceptable para todos «.
Dos días después, Manchin se reunió en el Senado con los senadores demócratas: Michael F. Bennet, de Colorado; Cory Booker, de Nueva Jersey y Kirsten Gillibrand de Nueva York, quienes habían abogado por los programas sociales del paquete aprobado por los Representantes y se encuentran en riesgo por la posición de Manchin.
Sin embargo, 24 horas después, la Casa Blanca había dejado en claro el proyecto no saldrá en 2021, y ya el senador Manchin había dejado las pláticas con sus compañeros demócratas y se había enfocado hacia los senadores republicanos a quienes ha estado tratando de convencer de posibles cambios en las reglas del Senado.
