Washington, D.C. – (Agencias) Las noticias sobre las primeras elecciones en Estados Unidos desde 2020, son alarmantes para los demócratas y, principalmente, para el presidente Joe Biden. Un duro golpe con miras al 2022-
La noche negra del martes trajo una crisis en el Partido Demócrata. Duras criticas contra sus dirigentes y su agenda, objeto de meses de luchas internas en el Capitolio, y la amenaza con destruir sus esfuerzos por controlar el Congreso el próximo año.
El estado de Virginia, que se habían convertido en territorio demócrata confiable en los últimos años, vio ganar al republicano Glenn Youngkin sobre el demócrata Terry McAuliffe, de acuerdo con una proyección de la agencia Associated Press (AP).
En Nueva Jersey, el demócrata Phil Murphy ganó por escaso margen su reelección, lo que muestra que el retroceso demócrata fue a nivel nacional.
Pero también en otras elecciones se mostró el desgaste demócrata. En Minneapolis también sufrieron un duro revés, donde los votantes rechazaron el cambio del Departamento de Policía en una Agencia de Seguridad Integral.
Los resultados de las dos elecciones para gobernador, mostraron el colapso de la coalición que llevó a Biden a la presidencia en 2020.
Pero también, puso en entredicho la capacidad de Biden para empujar su agenda social a llegar a buen termino y a repeler los ataques de los republicanos que han abierto varios frentes, especialmente en las escuelas.
Una agitada y nueva revisión sobre las prioridades del partido y sus estrategias parece inminente, según The Washington Post.
Según el medio estadounidense, en Virginia votaron 3.3 millones de estadunidenses, superando a las dos elecciones anteriores, la de 2018 y 2020.
En un análisis de los demócratas, los resultados reflejan el entusiasmo de los bastiones republicanos y un cambio inquietante en las preferencias de las áreas urbanas que impulsaron el triunfo en 2020.
“La gran participación republicana y los suburbios regresan a donde estaban antes de Trump”, dijo Jared Leopold, ex portavoz de la Asociación de Gobernadores Demócratas.
“Creo que la pieza educativa fue una gran parte de esto. Youngkin tenía un mensaje sobre la educación que se enmarcaba de manera positiva para los padres «.
Para los jerarcas y estrategas demócratas, lo sucedido en Virginia, (una fuerte participación de los antidemócratas y anti-Biden) obliga a mejorar significativamente el proyecto económico, acercarse a los jóvenes, afroamericanos y minorías raciales, así como, con mujeres menores de 50 años y renovar los esfuerzos para reclutar una lista más diversa de candidatos.
El problema que enfrentan los dos primeros puntos es la lucha ideológica entre las alas liberal y moderada, de acuerdo con los jerarcas.
La falta de cumplimiento de las propuestas de inversión en infraestructura y la red de seguridad social dieron a McAuliffe una desventaja con los votantes de la clase trabajadora, incluso con las mujeres.
Pero también su incapacidad de guiar la legislación sobre el derecho al voto y la reforma policial hizo disminuir el entusiasmo entre los jóvenes y minorías raciales.
«Si no hay una razón económica para votar por nosotros, no hay razón para votar por los demócratas», dijo Josh Ulibarri, encuestador de Del. Hala S. Ayala y demócrata de Prince William, el candidato demócrata a vicegobernador, otro candidato perdedor.
Históricamente el partido del presidente en turno siempre ha enfrentado dificultadas en las elecciones intermedias de Virginia, la mayor de las veces perdiendo.
Sin embargo, los estrategas de los dos partidos tomaron estas elecciones como un retrato de los que puede ser el 2022, cuando los demócratas defiendan su estrecha mayoría en el Congreso.
