Bogotá, Colombia. – (Agencias) Un nuevo comienzo en el gobierno de Colombia abre a su vez un horizonte de posibilidad al anhelo de los colombianos de lograr la paz. El gobierno de izquierda de Gustavo Petro y los miembros del Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN), último grupo guerrillero de los movimientos iniciados en la década de 1960, se reunieron en La Habana, Cuba, para reiniciar las conversaciones de paz que fueron suspendidas por el gobierno saliente de Iván Duque hace tres años.
Estas platicas forman parte de la promesa del exguerrillero del M-19 y hoy presidente de la republica de Colombia, Gustavo Petro, que prometió establecer “la paz total”. Petro ha enviado una delegación del gobierno del más alto nivel a Cuba para reunirse con la dirigencia del ELN de Colombia.
El comisionado para la Paz de Colombia, Danilo Rueda, tras la reunión con los representantes de ambas partes en La Habana, dijo el viernes que el gobierno tomara las “medidas judiciales y políticas” necesarias para viabilizar las negociaciones de paz con el ELN. Esto, dijo, incluía e levantamiento de las ordenes de aprensión de los negociadores del ELN que se encentran en Cuba.
“Creemos que el ELN tiene el mismo deseo de paz que el gobierno colombiano”, dijo Rueda en su declaración. “Y espero que estén escuchando las muchas voces en diferentes territorios que buscan una solución pacífica a este conflicto armado”.
Las pasadas conversaciones entre el ELN y el gobierno de Colombia se rompieron porque el ELN se adjudicó la explosión de un coche bomba afuera de la academia de policía en Bogotá y matara a 20 cadetes en 2019. El gobierno de Colombia, después de ese suceso, emitieron ordenes de arresto a los miembros que se encontraban en La Habana, pero el gobierno de Cuba de negó a entregarlos. Eso le costó a la isla ser incluida en la lista de países patrocinadores de terrorismo por Estados Unidos, lo que le agrego sanciones al gobierno cubano.
Petro ha dicho que quiere hablar con todos los grupos armados en un esfuerzo por llevar la paz a la zonas rurales y traer una paz duradera en este país de unos 50 millones de habitantes. La última experiencia exitosa fue los acuerdo de paz entre el Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Colombia en 2016, cuando se firmaron los Acuerdos de La Habana, con el comandante Raúl Castro de testigo. A partir de ese momento, se formó la organización política del FARC logrando una fuerte presencia en el Congreso de Colombia.
Sin embargo, los asesinatos políticos y la violencia no pararon en algunas zonas donde se manejaban las fuerzas paramilitares, a la que se agregaron las fuerzas disidentes de las FARC, los grupos narcotraficantes y el ELN que luchan por el control del trasiego de la cocaína, los minerales de minas ilegales y otros recursos que fueron abandonados por las FARC.
Fundado en 1964, el Ejército de Liberación Nacional de Colombia fue designado desde hace tiempo una organización terrorista por el gobierno de Estados Unidos. El grupo tiene alrededor de 2,500 combatientes en Colombia y también opera el trasiego de droga, minerales y otros productos ilegales.
