Bruselas, Bélgica. – (Agencias) La situación ahora para el expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, se ha complicado. El Parlamento Europeo ha aprobado en la sesión del martes el retiro de la inmunidad legislativa, lo que lo pone en la antesala de la extradición a España.
La votación del Pleno fue de 400 votos a favor del desafuero, 248 en contra y 45 abstenciones, aunque Puigdemont mantendrá su escaño en el Parlamento Europeo
Sin embargo, el proceso de extradición a España puede reactivarse en Bélgica. La persecución de la justicia española es porque organizó el referéndum por la independencia en 2017 de manera unilateral.
Para Puigdemont este resultado es un ataque a los valores europeos y llevará el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
«Es un día triste para el Parlamento Europeo. Hemos perdido nuestra inmunidad, pero el Parlamento Europeo ha perdido más que eso. Y, por ello, la democracia europea también. Este es un caso claro de persecución política», ha asegurado Puigdemont.
La Eurocámara ha quitado la inmunidad también a los otros dos independentistas catalanes: Clara Ponsatí y Toni Comin.
El argumento esgrimido en el apoyo al desafuero fue que el Parlamento respeta el estado de derecho y que el proceso contó “con todas las garantías individuales”.
El eurodiputado liberal Luis Garicano dijo, en la defensa del desafuero: “en el voto a favor hemos estado unidos los liberales, los socialistas y los populares. Los que negociamos juntos las leyes en Europa todos los días, como ustedes saben muy bien”.
“En definitiva, los grupos que gobiernan Europa han mostrado su confianza en el sistema judicial español”, ha defendido el eurodiputado.
Para la ministra de Exteriores de España, Arancha González Laya, un político europeo no debe utilizar su condición para “protegerse de comparecer ante un tribunal nacional”.
Sin embargo, la extradición de Puigdemont parece poco probable. Hace dos meses, Bélgica rechazó la extradición de otro político independentista catalán asentado en el país, Lluís Puig.
Además, esto podría causar tensiones al interior del gobierno español. El socio de la coalición gobernante, Unidas Podemos, que pertenece a Izquierda Unida Europea votó en contra del desafuero. El PSOE, el partido del presidente Pedro Sánchez, votó a favor.
