Buenos Aires, Argentina. – (Agencias) El cambio climático pone en riesgo una de las principales vías fluviales de Sudamérica. El río Paraná está en su nivel más bajo en 77 años debido a una prolongada sequía en Brasil.
Es la fuente de vida de un vasto ecosistema, que incluye el agua potable para cuarenta millones de personas. Fluye en direcciones sur, este y sudoeste a través de Brasil, Paraguay y Argentina.
«Que hoy haya siete provincias argentinas bajo emergencia hídrica decretada por el gobierno nacional es un escenario que nadie podía imaginar. El río nos está dando avisos de que no es un bien infinito y de que necesita muchos cuidados», asegura Jorge Bertoli, ecologista y coordinador del movimiento ‘Paraná no se toca’
Pero además es un importante nudo comercial. En 2019, desde Rosario se exportaron 79 millones de toneladas de granos, harinas y aceite, lo que lo convierte en el canal agroexportador más importante del mundo, según la Bolsa de comercio de la ciudad argentina.
Ahora es necesario disminuir el peso de los barcos para, según Guillermo Miguel, presidente del puerto de Rosario, no poner el canal “en riesgo”, provocar que algún barco quede varado o “interrumpir el canal de navegación”.
Flora y fauna, así como comunidades pesqueras también están en riesgo como consecuencia de la bajada de caudal del río Paraná.
