Londres, Inglaterra. – (Agencias) Se inició el juicio de una enfermera de cuidados neonatales acusada de asesinar a 7 bebés e intentar matar otros 10, inyectándoles aire y alimentándolos con insulina, en el hospital donde laboraba, al iniciar el juicio el martes.
Lucy Letby, de 32 años, fue calificada por los fiscales de ser una presencia “malvada” en el Countess of Chester Hospital, en el noroeste de Inglaterra, durante años, en un caso que ha sacudido a la flemática sociedad inglesa. Letby se ha declarado inocente de todos los cargos.
Según Associated Press (AP), el fiscal Nick Johnson dijo que en el periodo 2015 a 2016 el Countess of Chester Hospital, lugar de trabajo de Letby, registró un aumento inusual en las muertes y “colapsos fatales” en la Unidad Neonatal. «Los bebés que no habían sido inestables en absoluto se deterioraron repentinamente. A veces, los bebés que habían estado enfermos pero que luego habían estado en recuperación se deterioraban repentinamente sin razón aparente», dijo Johnson. Eso llevó a los empleados del hospital e investigadores a sospechar que alguien estaba “envenenando” a los bebés.
El caso explotó en los titulares de la prensa inglesa el martes. Según el fiscal Johnson, se cree que la primera víctima de Letby fue un bebé prematuro en 2015, un día después de nacer. Los médicos se dieron cuenta que el niño A, declarado así para proteger su integridad, tenía “una extraña coloración” en su piel, dijo el fiscal. La autopsia no pudo encontrar la causa de su muerte.
De acuerdo con un investigador del caso, la posible causa fue la inyección de aire en las venas del bebé, “por alguien que sabía que iba a ser un daño significativo”, dijo Johnson. También la gemela del niño A, la niña B, sufrió de niveles peligrosamente bajos de oxígeno 28 horas después de la muerte de su hermano. Afortunadamente los médicos lograron salvarla, dijo el fiscal. Sin embargo, los casos consecutivos señalaban que “no fueron un accidente”, según informó el diario Times de Londres.
Otras muertes fueron calificadas inicialmente por causas naturales antes de sé encendiera la alarma entre los empleados del Hospital. En 2017, después de que dos niños presentaron una caída grave en su condición de salud, los encargados del hospital llamaron a la policía, quienes tras revisar la evidencia se dieron cuenta de que habían sido envenenados con insulina por alguien que tenía acceso a la sección de neonatales. Los niños, identificados como niños F y L, sobrevivieron después de que los médicos los atendieron de urgencia por una peligrosa caída repentina en sus niveles de azúcar.
Según el fiscal, Letby se encontraba de servicio cuando los recién nacidos fueron supuestamente envenenados, y también cada vez que las “cosas empeoraban para estos 17 niños”. El aumento de las muertes o el agravamiento de los bebés en el Countess of Chester Hospital coincidía con el horario de Letby. Estos incidentes aumentaban en la noche y en el día coincidentemente en el turno de ella. Cuando la enfermera no logró matar a un niño, lo intentó de nuevo, y en un caso, lo intentó tres veces, dijo el fiscal.
La policía la interrogó tres veces durante las investigaciones de los incidentes, sin embargo, fue hasta el mes de noviembre de 2020 que fue detenida y acusada formalmente por los asesinatos de los 7 bebés y las tentativas de asesinato de los 10 bebés.
Susan Gilby, directora ejecutiva del Countess of Chester Hospital NHS Foundation Trust, que administra la instalación, dijo a The Washington Post a través de un correo electrónico el martes: «A medida que comienza el juicio, apoyamos y respetamos plenamente los procesos judiciales y, como tal, no haremos más comentarios en esta etapa. Nuestros pensamientos continúan estando con todas las familias involucradas».
De acuerdo con el diario, los familiares de las víctimas se encontraban en la corte el lunes pasado que se iniciaron las diligencias del caso de la enfermera Lucy Letby.
