Madrid, España. – (Agencias) Desde Ourense o Lugo hasta Castellón o Alicante, pasando por Zamora; de Navarra a Cáceres pasando por Ávila; de Lleida a Málaga pasando por Zaragoza, ninguna región se salva. Cada vez mas grandes y destructivos. El fuego devora las estadísticas y las gráficas dejan de ser curvas para convertirse en líneas verticales, según el artículo de Patricia Ortega Dolz en el diario español El País.
España como el resto de Europa, sufren los efectos más graves del cambio climático. Olas de calor junto con torrenciales lluvias atípicas o incendios voraces, han desparramado destrucción y muertes. Hasta el 7 de agosto pasado, se habían producido 43 grandes incendios forestales, es decir fuegos que han devorado más de 500 hectáreas de bosque. Lo que representa cuatro veces más que la media de la última década, que se situó en 11 grandes incendios forestales anuales, y más del doble del año pasado, cuando se registraron 21 de ellos.
De los 43 incendios, que son 45 por los posteriores incendios de Bejís y Vall d´Ebo, aún activos, han sido consumidas cerca de 250,000, cifra récord, que significa el 84% de la superficie total afectada, según el informe de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, actualizado al 14 de agosto y publicado el 17.
Los incendios se han cobrado tres vidas y un total de 27,500 personas tuvieron que ser evacuadas, otro récord, ante fuegos que cercan cada vez más a las poblaciones, y cuyos entornos naturales están descuidados. Pese a todo, España no ha tenido que pedir ayuda exterior como Francia para combatir sus fuegos.
De acuerdo con El País, los expertos han señalado a “la despoblación” y una ausencia de “convivencia con la naturaleza, más allá de verla como un parque temático”; a las altas temperaturas y a la falta de humedad como factores que están transformando la naturaleza de los incendios que amenazan. “Son un síntoma de nuestro modo de vida, por lo que tendremos que cambiar nuestro manera de vivir y de relacionarnos con el mundo natural que nos rodea”, advierte Leonardo Marcos, director general de Protección Civil.
En España se han registrado 7,234 incendios forestales este año. El 68% de ellos (4,936) fueron solo conatos que se extinguieron antes de llegar a quemar una hectárea. El resto, el 32% (2,298) han sido incendios mayores de una hectárea. Un oficio enviado en mayo pasado por el coordinador del Medio Ambiente, Antonio Vercher, instaba a los delegados fiscales a reforzar la vigilancia de los planes de defensa de incendios, ante las previsiones de altas temperaturas y menor volumen de precipitaciones, obligatorios para los consistorios de tengan superficies forestales en sus términos municipales.
El 1 de agosto, en la última reunión de Consejo de Ministros se aprobó el real decreto-ley de medidas urgentes para fortalecer la luchan contra los incendios forestales durante este año.
Tras el incendio, que afectó a 10 municipios y consumió más de 10,000 hectáreas el pasado 10 de julio, el alcalde de Ateca, en Zaragoza, Ramón Cristóbal, declaró: “yo no sé mucho de incendios, pero el nuestro fue diferente”. “No se ha quemado una importante cantidad de masa forestal, monte y pasto, sino que se han visto afectadas cerca de un centenar de explotaciones agrarias (manzanos, perales, melocotones, cerezos, almendros…) que, en muchos casos, eran el único medio de vida de familias enteras”, señaló.
