Washington, D.C. – (Agencias) Cuando el presidente de Estados Unidos reserva horario estelar para dirigirse a la nación sobre las graves amenazas que enfrenta el país, casi siempre se ha tratado de una amenaza extranjera: Rusia, el terrorismo islámico o incluso una pandemia, escribe Tyler Pages, periodista de The Washington Post de la fuente de la Casa Blanca.
El jueves por la noche, Joe Biden, parado frente al Salón de la Independencia en Filadelfia, advirtió que la democracia de Estados Unidos estaba al “borde el precipicio” por una amenaza diferente, dijo, una que proviene del interior del país. Dijo claramente: “Donald Trump y los republicanos de MAGA representan un extremismo que amenaza los cimientos mismos de nuestra república”.
El presidente en un giro notable identificó a su predecesor y sus seguidores, que pudiera decirse que son millones, como la amenaza más grave para la estabilidad del “maduro sistema estadounidense de 246 años”, escribe Pages. Ningún presidente, desde la Guerra Civil había pronunciado una advertencia tan severa contra el comportamiento y la amenaza que representan ciudadanos estadounidenses.
Tal aseveración consolidó el sorprendente y agresivo cambio de Biden sobre su llamado a la unidad del país. Su retorica hacía Trump había sido criticada por los demócratas del ala izquierda por su falta de contundencia. Biden había criticado a Trump por su incapacidad para gobernar, pero su discurso acusador del jueves alcanzó a las “legiones de republicanos de MAGA (Make America Great Again)” que respaldan a Trump, sus mentiras y su asalto a las normas estadounidenses.
Biden trato de diferencias entre Trump y sus seguidores de aquellos republicanos “de la corriente principal”, con quienes ha sacado la legislación bipartidista. “No todos los republicanos, ni siquiera la mayoría de los republicanos, son republicanos de MAGA”, dijo Biden. “No todos los republicanos abrazan su ideología extrema. Lo sé porque he podido trabajar con estos principales republicanos”.
Sin embargo, comenta Pages, no dejo claro quien califica como “republicano MAGA”, aunque Biden se ha concentrado en aquellos negacionistas de las elecciones presidenciales de 2020 y que defienden la violencia política. El viernes, Biden dijo a los periodistas: “No considero que ningún partidario de Trump sea una amenaza para el país”.
“Creo que cualquiera que llame al uso de la violencia, no condene la violencia cuando se usa, se niegue a reconocer que se ganó una elección, insista en cambiar la forma en que se cuentan los votos, eso es una amenaza a la democracia”, dijo.
Sin embargo, señala The Washington Post, los seguidores de Trump generalmente hacen eso. Niegan las elecciones de 2020 y respaldan los llamados de Trump a anularlas, elijen candidatos negacionistas apoyados por Trump para las elecciones internas que prometen reescribir las normas electorales y apoyan el indulto de quienes asaltaron el Capitolio el 6 de enero de 2021.
El senador demócrata por Delaware, Christopher A. Coons, amigo personal de Biden, dijo que el discurso del jueves no fue algo natural para el presidente. De acuerdo con Coons, durante la campaña Biden fue criticado por ser demasiado optimista sobre la posibilidad de unir al país, y sus compañeros demócratas se burlaban de él por creer en un “trabajo bipartidista” en Washington.
“Creo que fue muy difícil para él decidir dar el discurso y dar este discurso”, dijo Coons. “Fue a toda velocidad. Fue apasionado. Fue de su corazón. Pero pasó la mayor parte de sus primeros dos años apenas haciendo referencia al [ex] presidente, tratando de concentrarse en seguir adelante, con la esperanza de que el país se uniera más en lugar de parecer más cerca de dividirse”. Agregó: “Creo que fue solo a regañadientes que eligió dar una advertencia tan clara y contundente sobre lo que se avecina”.
Para los republicanos de MAGA e identificados con Trump, fue una declaración de guerra el discurso de Biden. El republicano Matt Gaetz, representante por Florida, tuiteo inmediatamente: “¿Biden acaba de declararle la guerra al estado rojo (referencia al color que identifica a los republicanos) de Estados Unidos? Espero que no”. La representante Marjorie Taylor Greene, republicana por Georgia, una de las fuertes aliadas de Trump, agregó: “Joe Biden acaba de declararnos a todos enemigos del estado”.
Los lideres republicanos tratan de aprovechar el discurso para enmarcarlo dentro de la retorica divisionista, aunque Biden trató de argumentar que se había dirigido solo aquellos activistas pro-Trump. “El presidente Biden ha optado por dividir, degradar y menospreciar a sus compatriotas estadounidenses”, dijo el jueves el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, republicano por California. «¿Por qué? simplemente porque no están de acuerdo con sus políticas. Eso no es liderazgo”.
McCarthy también exigió que Biden se disculpe “por calumniar a decenas de millones de estadounidenses como fascistas”, luego de que Biden dijera en una reunión de recaudación de fondos demócrata el mes pasado que muchos en el Partido Republicano se estaban moviendo hacia el “semifascismo”.
Aun así, el propio Trump atacó a grandes grupos de ciudadanos estadounidenses. El 4 de julio de 2020, en una aparición en el Monte Rushmore , se dirigió al amplio movimiento de personas que buscan eliminar los símbolos confederados y otros con carga racial, llamándolos «turbas enojadas» que persiguen el «fascismo de extrema izquierda» y un «fascismo de izquierda» a la revolución cultural.” En la Casa Blanca, se felicitó por haber derrotado a “la izquierda radical: los marxistas, los anarquistas, los agitadores, los saqueadores”.
