Río de Janeiro, Brasil. – (Agencias) En enero de 2020, una anciana viuda y rica salía de un banco brasileño cuando un vidente se le acercó y le dijo una terrible profecía: que su hija enfermaría y moriría pronto, y que se lo probaría. Una psíquica hizo que la viuda participara en una lectura de conchas de cauri, un ritual de lectura profética a través de las conchas.
Según el artículo publicado en el diario brasileño Correio Brazilense, la viuda se fue interesando en saber de qué estaba enferma su hija. La vidente trajo a otros dos videntes que le dijeron que podían liberar a su hija de ese “mal espíritu que pronto la acosaría”.
Sin embargo, Geneviève Boghici, la viuda, la viuda, dudó cuando los videntes le cobraron el equivalente brasileño de un millón de dólares por sus servicios de cura y recurrió a su hija para que la aconsejara. Esta le dijo que los pagara de inmediato.
Durante las siguientes dos semanas, la mujer de 82 años desembolsó 970,000 dólares para iniciar el tratamiento “espiritual” que, dijo la policía brasileña, era el comienzo de un largo fraude orquestado por su propia hija, en cuyo abogado confiaba Boghici. Durante años, de acuerdo con la policía, la hija orquestó a un grupo de supuestos videntes para sacarle 140 millones de dólares en arte de alta gama, joyas y dinero a su madre.
El miércoles, de acuerdo con un comunicado de la policía, los agentes de la policía de Río de Janeiro encargados de casos de abusos a ancianos arrestaron a cuatro personas de la banda de videntes falsos que defraudaron a Boghici. Entre los detenidos, se encuentra la hija que ha sido acusada de los delitos de peculado, robo, extorsión, detención ilegal de personas y asociación delictuosa. La policía señaló que fueron 6 personas involucradas en el fraude por lo que la investigación continúa.
El fraude.
Todo comenzó en aquel enero de 2020, antes del encuentro a las afuera del banco, cunado Sabine Boghici, de 48 años, planeó y brindó información privilegiada a los supuestos videntes que envió para encontrarse con su madre y poder “engancharla”.
Una vez convencida su madre, Sabine y sus cómplices pasaron meses manteniendo la estafa para poder quitarle las obras de arte, la joyas y dinero. En un momento de la farsa, Sabine y su cómplice, disfrazado de vidente, tomaron una obra de arte, de alto valor, “alegando que estaba maldita con algo negativo, con una energía negativa por lo que había que rezarle”, dijo Gilberto Ribeiro, de la policía de Río de Janeiro, a la agencia Reuters.
Luego, Sabine despidió a las trabajadoras domésticas, supuestamente para que sus socios pudieran entrar sin problema a la cas y extraer las obras de arte, informó la agencia Associated Press (AP). Tiempo después, según el Correio Braziliense, cuando su madre se negó a seguir pagando, Sabine le quitó el celular, la dejó de alimentar y la amenazó con un cuchillo.
Los delincuentes, durante la farsa, extrajeron 16 piezas de arte, incluidas pinturas con extremada calidad de los maestros brasileños Tarsila do Amaral y Emiliano Di Cavalcanti, según AP. Tres de las obras robadas, » O Sono «, » Sol Poente » y «Pont Neuf», fueron pintadas por Amaral, calificado por el Museo de Arte Moderno como un «modernista atrevido» con un «estilo característico de paisajes sensuales y vibrantes y escenas cotidianas”.
De acuerdo con Reuters, en uno de los allanamientos de la policía a casa de uno de los supuestos videntes, se encontró 11 piezas debajo de su cama. Al final de los acomodados cuadros, se encontró el cuadro “Sol Poente”, valuado en alrededor de 48.5 millones de dólares. La policía capturó en video el momento en que un oficial descubrió el cuadro, según AP.
«¡Guau! ¡Mira quien está aquí!» exclamó la oficial mientras quitaba el plástico de burbujas de la pintura. “Oh, pequeña belleza. ¡Gloria!»
La pintura es una representación exuberante de mamíferos no identificados que vadean aguas azules. Detrás de ellos, un árbol verde, una colina verde, unos cactus verdes. Detrás de todo, un sol radiante y brillante ondea por todas partes y domina el fondo.
El título de la obra maestra multimillonaria se traduce como «Sol poniente», supuestamente robada y escondida solo para ser desenterrada al final de un reprochable trama que se derrumba.
La Hija
La única hija de Boghici, que se presenta en las redes sociales como artista, Sabine se graduó de una escuela francesa en Río de Janeiro, participó en la película Amor de pet, Sabine y sus adorables mascotas adoptadas y tuvo un pequeño papel en una largometraje dirigido por Miguel Falabella, Urban Polaroids (2008). También dijo que era cantante y que lanzaría un CD, que se habría «perdido» en el incendio del ático dúplex donde vivían, en Copacabana.
