Washington, D.C. – (Agencias) Siguen saliendo datos de los documentos encontrados en el cateo a la residencia Mar-a-Lago Club del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, que han puesto en alerta a los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos. Entre los documentos encontrados por los agentes del FBI en la propiedad de Florida, esta uno que describe las defensas militares de un gobierno extranjero, incluidas sus capacidades nucleares, de acuerdo con The Washington Post.
Otros documentos encontrados eran tan ultrasecretos que muchos de los funcionarios de seguridad de nacional no sabían de su existencia. Solo el presidente, algunos miembros de su gabinete o un funcionario cercano a ellos, podían autorizar que algún otro funcionario gubernamental conociera en detalle los documentos de acceso especial, según personal que tuvo contacto con la búsqueda, que hablaron bajo anonimato con el diario estadounidense The Washington Post.
Los investigadores se alarmaron, según con la persona familiarizada con la búsqueda, cuando comenzaron a revisar los documentos recuperados del armario de almacenamiento del club, la residencia de Trump y su oficina, en Mar-a-Lago en agosto. El equipo encontró documentos que están extremadamente restringidos, tanto que incluso algunos de los funcionarios de seguridad nacional más importantes de la administración de Biden no estaban autorizados a revisarlos.
Una presentación del gobierno de Biden aludió a esta información cuando señaló que los agentes de contrainteligencia del FBI y los fiscales que investigan los documentos de Mar-a-Lago no estaban autorizados en un principio para revisar parte del material incautado.
De acuerdo con los procedimientos de seguridad, para conocer los documentos con información de operaciones tan altamente clasificada requieren de una autorización especial, de acuerdo con el nivel de necesidades, para conocer el contenido. Algunos de estos programas de acceso especial llegan a tener cuando mucho un par de docenas de funcionarios gubernamentales autorizados para conocer la existencia de una operación ultrasecreta.
Este tipo de información generalmente se resguardan bajo llave en una instalación especial de información ultrasecreta con extremas medidas de seguridad, con un oficial de control designado para vigilar cuidadosamente su ubicación. Pero la información no fue resguardada en Mar-a-Lago, después de 18 meses de que Donald Trump dejó la Casa Blanca. Las autoridades de seguridad nacional temen que haya habido una fuga de esta información.
El FBI recuperó 300 documentos clasificados que se encontraban en propiedad de Trump, según el informe judicial, después de meses de estar intentándolo. De ellos, 184 en un conjunto de 15 cajas fueron enviados a la Administración Nacional de Archivos y Documentos en enero; 38 más entregados por un abogado de Trump en junio y más de 100 documentos encontrados en el cateo judicial a la residencia de Mar-a-Lago el pasado 8 de agosto.
Fue en este último lote de documentos ultrasecretos, donde se halló información sobre la preparación nuclear de un gobierno extranjero, no se dijo cual. Por su parte, Christopher Kise, un abogado de Trump denunció las filtraciones sobre el caso, que, dijo, “continúan sin respeto por el proceso ni consideración por la verdad real. Esto no sirve bien a los intereses de la justicia”.
La Oficina del director de Inteligencia Nacional está evaluando el nivel de riesgos sobre la documentación ultrasecreta que se sacó de la Casa Blanca, para determinar cuánto daño potencialmente representó la eliminación de la custodia del gobierno de cientos de documentos clasificados.
