Washington, D.C. – (Agencias) Alarma en el Departamento de Defensa por posibles infiltrados entre la tropa que se despliega en Washington para asegurar la ciudad contra actos de violencia de cualquier tipo de los seguidores de extrema derecha de Trump, el día de la toma de posesión de Biden.
De acuerdo con Los Ángeles Times, el Departamento de Defensa tiene información privilegiada que sugiere que algunos elementos de los 25,000 desplegados de la Guardia Nacional en Washington pueden convertirse en un riesgo tanto para el propio presidente electo, como para alguno de los principales personajes que asistirán a la ceremonia de cambio de poderes.
Esto ha llevado a los agentes del FBI a realizar una búsqueda frenética para detectar a los posibles seguidores de Trump que hubiesen participado en la fatídica toma del Capitolio, o radicalizados seguidores que pudieran ser potencialmente un riesgo dentro de las fuerzas desplegadas de la Guardia Nacional.
Ryan McCarthy. El Secretario del Ejército declaró a Associated Press el domingo que los funcionarios están conscientes del potencial riesgo y han ordenado a los comandantes de la plaza que estuvieran atentos a cualquier problema en sus regimientos antes y durante el Día de la Inauguración.
Agregó, que tanto él como los comandantes no han detectado ninguna evidencia de amenaza y que la información de la investigación no era algo fuera de su conocimiento.
“Estamos constantemente el proceso de revisión, incluso observando una segunda y hasta tercera vez a cada una de las personas involucradas en la operación”, recalcó McCarthy en una entrevista después de un exhaustivo ejercicio de seguridad que supervisaron él y otros lideres militares.
Agregó que la Guardia Nacional está recibiendo capacitación para detectar posibles amenazas entre la tropa.
Los 25,000 elemento de la Guardia Nacional han llegado de todas partes del país. Representan 2 o 3 veces más que en cualquier otra ocasión en Washington. El Ejército monitorea rutinariamente a los elementos en servicio en búsqueda de conexiones con extremistas, a parte del monitoreo del FBI.
Según declaraciones de varios funcionarios, el proceso comenzó al momento del despliegue hace dos semanas, y será completado el miércoles.
Desde el golpe del 11 de septiembre, las amenazas internas han sido una prioridad persistente en la aplicación de los protocolos de seguridad. En la mayoría de los casos, son amenazas de extremistas radicalizados por Al Qaeda, el Estado Islámico u otros grupos similares.
En contraste, las amenazas a la toma de posesión de Biden provienen de grupos alimentados por el presidente Trump: supremacistas blancos, extremaderechistas, conspiracioncitas y otros grupos radicales.