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Historia de Navidad. Duendes de Santa en Saltillo

La magia de la Navidad en muchas ocasiones está impulsada por la voluntad de buenos seres humanos.

Cosas inesperadas ocurren a personas con pocas oportunidades en su vida, gracias al esfuerzo de algunos.

En Saltillo existe una especie de duende de Santa Clos. Se trata de Rogelio Adrián García Rodríguez.

Él es ingeniero de profesión, aunque año con año sus prioridades cambian cuando las fechas decembrinas se acercan. 

En el año 2015, Rogelio tuvo la inquietud de observar a niños que se encontraban con una salud frágil y estaban en los hospitales durante los días de celebración.

Ese año realizó una colecta entre los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social, en donde labora su madre, y con familiares y amigos.

El resultado fue de 40 juguetes recaudados.  

Sin embargo, la constancia hace la diferencia, y lo que inició como un acto espontáneo se convirtió en una tradición de crecimiento constante, y se extendió a niños en condición de pobreza.  

Para 2020, en el pico de la pandemia COVID-19, se reunieron mil obsequios.

Las redes sociales jugaron un rol importantísimo al difundir la necesidad de recaudar, y posteriormente de entregar a las manos indicadas.  

Este año se tuvo como meta juntar 2 mil juguetes, y gracias a la colaboración de la sociedad y a la difusión de esta buena obra, se hará sonreír a 2 mil 865 pequeños.

Parece una historia más de apoyo a quienes menos tienen, sin embargo, esta campaña de ayuda se hace con organización 100 por ciento ciudadana, sin ninguna intención agregada más que conservar la ilusión a los pequeños de que la Navidad es mágica.

Son duendes que apoyan el trabajo de Santa Clos de los que nadie conoce nombre o rostro, pero que marcan la diferencia en la vida de quienes menos tienen.